25 sept 2013

Vuelves a ver a las solitarias en la playa, cada vez en mayor número

       APACIBLE  PLAYA  DE  INVIERNO

 

APACIBLE PLAYA DE INVIERNO

 

Junto a la ventana,

acompañada por uno de tus libros favoritos, sitúas por enésima vez la silla de mimbre junto a la luz encendida del Mediterráneo.

 

Vuelves a ver a las solitarias

en la playa, cada vez en mayor número. Algunas son sólo manchas o borrones móviles sobre un lienzo de arena mojada; se mueven lentamente siguiendo la línea del agua como buscando alguna pequeña caracola que la marea haya olvidado en su ir y venir.

 

Te quedas un buen rato mirándolas

antes de volver tus ojos hacia el libro. La tarde, como todas las de enero, es larga y fría y prefieres leer despacio saboreando las sílabas de tinta negra antes de pasar página.

 

Después de poner algo de orden

en las palabras que se desprenden de tus lecturas vuelves a mirar a través de los vidrios ya empañados por el vapor de agua de tu aliento; todas aquellas damas solitarias ya han desaparecido de la arena. Probablemente no pueden soportar el crepúsculo.

 

La vida de esas damas solitarias 

ha sido durante unos instantes ese zigzagueo impredecible, un mapa de impulsos eléctricos que sólo parecían concretarse en tus ojos de observante de los cielos y del mar.

 

Como si la distancia

fuera también algo dependiente del tiempo capaz de igualarlo todo, de nivelarlo sin resistencias o de relativizarlo todo has tenido la sensación de que, a la larga, la erosión de los años deja en nada las muescas, los salientes, los detalles característicos como un trozo de vidrio pulido por el roce de la arena.

 

Vuelves tu mente a los pensamientos

que alguien ha plasmado en el libro que tienes entre tus sensibles manos y esperas pasar el resto de la tarde gozosa mientras afuera el viento de la noche está en calma.

 

Mañana volverás a ver,

incansables y persistentes en su soledad a esas damas maduras que aún no saben lo que quieren a pesar de sus años.

                                                                     Johann R. Bach

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