16 sept 2011

Elisa envia un poema avisando que "El invierno no faltará tampoco este año"

El invierno

no faltará tampoco este año

a su cita en el paisaje de Barcelona;

aún con retraso agradecido,

resbalará desde la Serra de Collserola,

observará atónito

cómo el calor se desprende

del Carrer de l'or i de la Plaça de la Virreina,

con aliento exhalado con dificultad

invadirá el Carrer Verdi

sin llegar a impedir,

al lanzar sus escasos copos de nieve,

las largas colas para entrar en el cine.

 

Muchos al mirarnos a los ojos

recordaremos  días de luz pasados,

lluvias tormentosas

y algún fuerte viento,

transparencias de antiguos entoldados

y fiestas de la Plaça del Sol

que añoramos

porque nos supieron a poco.

 

El Pont de Vallcarca acogerá

los pasos de los que tuvieron amor

y lo han perdido,

y algún poeta los llorará

desde su obligada soledad.

 

Y aun así habrá poesía por las calles,

suspiros nocturnos y belleza añadida

que todos llevamos dentro,

escrita en el corazón, en el tacto

y también adherida en la ropa.

 

Y así nos acogerán Els Jardinets

del Passeig de Gràcia cada día,

haciendo renacer para nosotros

una avenida de árboles desnudos

hasta  la Plaça de Catalunya

y la Font de Canaletes,

corazón que da alegría

a esa auténtica médula cosmopolita

de Les Rambles.

y refugiados en l'Ateneu

se nos llenarán los ojos

de tanta vida nueva

                          Elisa R. Bach

15 sept 2011

La hispanista Sara Viotti envia la versión italiana del poema de Elisa "Llegará el invierno

L'inverno

non potrà mancare neanche quest'anno

nel paesaggio di Barcellona;

anche se arriverà in ritardo,

guarderà dalla  Serra de Collserola

svaporare il caldo

dal carrer de l'Or

e dalla Plaça de la Virreina

e s'infilerà senza ostacoli

nel Carrer Verdi

e non potrà impedire,

spargendo i suoi scarsi fiocchi di neve,

la ressa per entrare al cinema.

 

In molti, guandandoci negli occhi,

ricorderemo trascorsi giorni di luce,

piogge tempestose e forti venti,

trasparenze di antiche nottate

e feste della Plaça del Sol

in cui abbiamo gioito

perché ancora ne vorremmo.

 

Il Pont de Vallcarca accoglierà

i passi di quelli che hanno avuto l'amore

e l'hanno perso,

e qualche poeta piangerà

la sua solitudine inevitabile.

 

E anche così ci sarà poesia per le strade,

sospiri notturni e bellezza  implicita

che tutti abbiamo dentro,

scritta in cuore, nel tatto

e anche appiccicata all'abito.

 

E così t'accoglieranno l'Institut Balmes,

ed il Passeig de Gràcia di ogni giorno

facendo rinascere per te

la Font de Canaletes,

la plaça de Catalunya y Les Rambles,

e all'Ateneu si colmeranno i tuoi occhi

di  tanta vita nuova.

                             Elisa R. Bach                          

Traducción al italiano de Sara Viotti

Cómo se enciende una mujer

       Capítulo 50

 

·          Inducción fácil al coito

                  PHOSPHORUS C200

 

Me pongo ante el ordenador. Debo escribir lo sucedido ayer y no sé por donde empezar. Parece como si detrás de la pantalla hubiera alguien leyendo lo que voy escribiendo. Miro detrás del ordenador y debajo de la mesa para convencerme de que estoy sola y nadie va a leer mi relato, por lo menos en los próximos diez años.

 

Todo empezó en el cine. Entré no por la película, sino para hacer tiempo. Había quedado con mi amiga Rafaela para ir a cenar a algún restaurante de Prenzlauer Berg. La sala estaba casi vacía. Tomé asiento en la última fila, casi en el centro. Casi inmediatamente se situaron dos chicos y una chica en la fila de delante, pero dos butacas hacia mi derecha de forma que yo podía apreciar mirando de reojo el perfil del chico más cercano.

 

Cuando la luminosidad de la pantalla aumentaba, se apreciaba un busto, como el de una estatua griega del siglo VI a.C.: la cabeza algo grande con un fuerte mentón y nariz recta estaba cubierta por una abundante cabellera de pelo rojizo y crespo. Sus labios casi inmóviles eran gruesos y sólo su nuez de adán destacaba en la misma proporción. No podía evitar el mirar esa preciosa imagen casi continuamente.

 

El debió apercibirse de mis intensas miradas porque de vez en cuando giraba el rostro hacia atrás y me miraba. Una de las veces se quedó mirando mis piernas más de lo esperado: mis rodillas estaban a la altura de sus ojos. Sentí como una oleada de calor que saliendo de mi vagina me subió hasta el rostro. Me tranquilizó pensar que en la penumbra de la sala ese rubor pasaría desapercibido, cuando otra mirada sostenida sobre mis piernas me provocó otra oleada de calor aún más intensa que la anterior.

 

Empecé a sentir una intensa titilación entre las piernas que seguía el ritmo de las pulsaciones del corazón. Noté que me estaba mojando y sentí una necesidad imperiosa de mostrar mis genitales. Abrí mis piernas y me remangué un poco la falda. Evidentemente el chico no podía apreciar nada excepto mi erótica postura. Apoyé mi mano en el respaldo de la butaca delantera como ofreciendo en un gesto apreciable todo mi interés. Èl pareció comprender la maniobra y extendió su largo brazo izquierdo por encima de las butacas alcanzando rápidamente mi mano.

 

Su mano era cálida y algo blanda en su palma y al enredarse sus largos dedos entre los míos sentí que las palpitaciones de mi vagina se convertían en punzadas agradables. Inclinando el cuerpo hacia adelante acerqué  su mano a mis labios y la besé. De pronto se encendieron las luces y el encanto de la situación desapareció rápidamente. La pareja que acompañaba a mi erótico personaje no se percató de nada.

 

A la salida del cine me estaba esperando y en su nerviosismo mal disimulado no atinaba a decirme una sola palabra. Yo esperaba algún gesto, alguna mirada que me diera la oportunidad de tomar la iniciativa. Finalmente me situé a su lado y cuando hubo despedido a sus amigos le tomé de la mano y comenzamos a caminar sin decir una palabra.

 

Poco antes de llegar a mi estudio de Elsenstrasse me preguntó cómo me llamaba. A partir de ese momento, cerré los ojos a cualquier realidad, obligación o conveniencia, sólo estábamos él y yo. Así empezó una de las noches más eróticas de mi vida...Había salido ya el sol cuando nos dormimos en un abrazo interminable.

                                                                                                                            Elisa

 

14 sept 2011

Qué enciende a una mujer.

"… Hola Elisa he leído todo el capítulo 60 de la Chica de Kiefholzstrasse…"

"…Me parece interesante

por como relacionas todo:

lo humano, lo animal, lo mineral.

El macrocosmos y el microcosmos.

El fino hilo que une todo..."

 

"…El final también muy sugerente. Te podría decir dos cosas:

Una en clave de humor:

Imagínate a Lola Flores cantando: "Ay maama que me come el tiigre mis carnes morenas"

(en este caso al pelirrojo y su piel blancucha en alemán)  Jaajaja!.

La otra es que es un final original mezclando sueño y realidad.

Encaja perfectamente en el título de "Qué enciende a una mujer".... aunque como cada una somos de una manera supongo que habrá que  considerar muchos métodos para conseguir el objetivo.

Aunque tendremos también que tener en cuenta al refranero cuando dice: "El que juega con fuego se puede quemar".... así que fuego el justo para que haya calorcito pero sin incendio..."

Mater

La Belleza

"…Los poemas  del capítulo 17, como había anunciado Leo P.Hermes, versan sobre  distintas ideas de belleza. Si hiciese un comentario, sería muy parecido al que  ha enviado una lectora satisfecha: versos de elegante sensibilidad…"  Otra lectora satisfecha

 

"…No soy de Barcelona, pero conozco y he disfrutado mucho del acogedor barrio de Gracia. El aire de sus calles y plazas está reflejado con exactitud en el capítulo 17 de "Niños"; pasear con Elisa por la zona podría ser delicioso, refrescante. Con el poema   se percibe incluso el olor después de la tormenta. Un homenaje lírico a esta parte de la ciudad y auténtica Belleza…" Marta

 

"…El poema de Silvia M. Folch me ha emocionado. Para empezar, la cita de Anacreonte ya me encanta, y luego..."La belleza pasa...sin destino…", "...cuando las sílabas... se convierten en una rosa…" son estrofas preciosas, muy logradas para admirar la belleza que la poesía tiene por sí misma. Felicito a Silvia, "Niña" y poeta a la que acompañan las estrellas…" Santi     

13 sept 2011

Cómo se enciende una mujer (hipersensibilización por exceso de café)

Capítulo 60

·         No soporta la menor cantidad de vino   

ZINCUM METALLICUM C200 

Estoy sentada en la terraza del bar Don Antonio en la Akazienstrasse, frente a mi ordenador que además me sirve para ocultarme tras su pantalla de las encendidas miradas casi sonrientes que me lanza un muchacho desde la mesa contigua; su cabeza pelirroja destaca entre todas las de la terraza. Delgado, blanco de piel, de finos y rojos labios, aparenta tener unos 22 años. Sus vivos ojos oscuros, sin llegar a ser saltones, destacan su fuerte personalidad que ya, a pesar de su juventud, produce en mis entrañas ese cosquilleo tan agradable que se desplaza hacia arriba encendiendo mis mejillas. 

Escondo mi mirada tras la pantalla, pongo orden en mis ideas, miro a mi alrededor, siento la frescura de la ligera brisa de esta prometedora mañana, me impregno del colorido de la calle. Necesito escribir, pensar, soñar…liberar esas ideas, que desde mi arqueo-cerebro tan sutilmente descrito por Laborit se agolpan apresuradamente dirigiéndose hacia mi corazón. Al transformarse en palabras inteligibles esas ideas, poco a poco me sosiego, siento como mis palpitaciones se estabilizan alcanzando la satisfacción porque mi relato ya se desprende de mi ser arrancando espacio y tiempo, independizándose como cualquier ser vivo. 

Ayer subí  al Wrangler, pero se puso al volante Esperanza que naturalmente graduó el respaldo del asiento a su medida. Me llamó la atención la posición del respaldo cuya exagerada inclinación hacia atrás provocó en mí un verdadero alud de ideas. No era la primera vez que observo esa posición en un conductor de un auto. Pero esta vez Esperanza me dio la clave. 

Entre las cosas aparentemente exentas de trascendencia que destacan en Esperanza se halla la aversión al alcohol en todas sus formas, vino, cerveza, aguardientes, etc. En efecto, Esperanza no soporta la mínima cantidad de alcohol, hecho que destaca por su fuerte deseo de café. Cuando ha ingerido una cantidad importante de café se muestra inquieta con deseo irresistible de mover los pies.

Bien mirado quizá la ingesta de café compense la lentitud de su muy eficaz pensamiento calificado por todos sus amigos de profundidad caviladora o de cavilación profunda. Esperanza es de esas personas que repite las preguntas que se le hacen al objeto de dar tiempo a su bien dotada mente a fijar el contenido de las preguntas como si se grabaran en los clusters de un disco duro. 

La sustancia que contiene el café, aparte del alcaloide de la cafeína y que se fija en el cerebro provocando alteraciones neurológicas es el zinc. Pero ¿estamos todos intoxicados de zinc por lo extendida que está la ingesta de café? Yo propongo una respuesta negativa. Hay mucha gente intoxicada de zinc que no bebe café. La pregunta que me surge con insistencia es ¿en qué momento de la evolución de la vida el zinc impregnó todos los organismos vivos de la biosfera? ¡Qué complicado! 

Levanto la mirada y mis ojos encuentran los suyos. Ahí está el muchacho pelirrojo observándome. Esta vez no le esquivo la mirada; se la devuelvo con toda la ternura del mundo. ¿Por efecto del zinc procedente del café cargado que me estoy tomando? Le sonrío, él me devuelve la sonrisa. Además de guapo parece simpático. Continúo escribiendo, aunque se ha tomado la libertad de preguntarme si puede sentarse a mi lado. ¿Se está entregando? ¿Qué le ha seducido? Me encanta que sea osado. Mis mejillas vuelven a encenderse. 

Le pido disculpas por seguir escribiendo, hace un ademán para levantarse pensando en que quizá molesta, le tomo la mano deteniendo su movimiento, le "obligo" con suavidad a seguir sentado junto a mí. Sigo escribiendo bajo su sorprendida mirada. Noto que se acomoda en su silla y se resigna a esperar a que yo haga o diga algo. Eso demuestra su empatía. Me gusta. 

En algún momento del desarrollo de la vida, (continúo con mis ideas) las bacterias primitivas se podrían haberse impregnado del azufre mezclado con el metano en forma de ácido sulfuroso dando origen a la intoxicación general de los seres vivos extendida por toda la biosfera. Pero posteriormente debió haber una segunda intoxicación de los seres vivos en la que el zinc jugó el papel dominante.

¿Dónde se encuentra el zinc además de su presencia en el café originando ese aroma característico? En las pipas de calabaza (Kurbiskern) de gran utilidad para bajar los altos índices de colesterol, azúcar e hipertensión; en los reptiles y en la tinta de los calamares. ¡Eh! ¡En los reptiles! Eso encaja. Sonrío; miro al muchacho que parece no comprender nada, pero está dispuesto a esperar ¿una palabra amable? ¿una sonrisa? algo trascendente naturalmente a juzgar por su pelo rojo. Siente que ha saltado una chispa entre los dos. Le invito a tomar algo. 

Mi imaginación me propone una idea: Los reptiles viven mayoritariamente en tierra firme aunque en su origen vivieran en el mar, tienen calor porque absorben las radiaciones solares directamente; su representante característico sería Lachesis la optimista trigonocéfala serpiente del Brasil. Los calamares siempre tendrían frío porque viven en el mar y su representante característico sería Sepia, la solitaria y triste cefalópoda. Ese sería el origen distinto de personas frioleras o calurosas. 

Se lo explico a mi compañero de terraza. Su mirada se torna inquisitiva, duda de mi cordura, pero su empatía le obliga a hacer un esfuerzo por comprenderme, noto que me mira los labios, la sangre me sube otra vez al rostro, noto calor en la cara y en el hipogastrio, su hermosura me está embargando el corazón, deslizo mi mano sobre la suya como una serpiente pero sin agresividad, con ternura: soy un reptil. Le invito a comer. Acepta (no me he sentido tan viva desde que Niko me dejó). Voy a ir envolviendo su corazón sigilosamente mostrándole lo agradable que me parece su conversación y su carácter empático, cualidades prometedoras en un hombre.  

Luego pienso invitarle a mi apartamento y sueño mirándole a los ojos que allí  lo desnudaré, me desnudaré yo también, frotaré mi piel contra la suya, con suavidad y sigilo viperino, con cuidado de no tocar prematuramente sus puntos calientes, mordiéndole los pezones, comiéndole la barriga y le entregaré mi pasión mientras se deshace de placer. Levanto los ojos, observo la belleza y la simpatía de Akazienstrasse mientras empezamos los platos que nos pueden llevar a una relación profunda originada por la intoxicación de zinc… La intoxicación del zinc también tiene su parte positiva…

                                                                                                                   Elisa

11 sept 2011

La Belleza

La belleza

 

                                              "Deliro y no deliro.

                                                Me bastaría sólo

                                                que me necesitaras"

                                                                          Anacreonte

 

Se suele decir

en relación a lo corporal que:

La belleza pasa como el sueño,

fugaz, inabarcable, sin destino,

como si todos esperásemos

lo mismo de ella.

 

Desearíamos que se detuviera

un instante sobre el labio,

pero para sentir mejor el beso

es preferible cerrar los ojos.

 

Hay que descubrir la mirada o el cabello,

volver en oro la sombra, los ocasos,

del bellísimo instante

en que el latido del mundo se impone.

 

La palabra puede ser tanto más bella:

una frase de amor acompaña mejor,

al cuerpo amado cuando las sílabas

se convierten en una rosa

que enciende las tinieblas

y el fuego que desciende de la noche.

 

Cuando despunta el alba silenciosa

y las sombras blancas envuelven

el lugar en donde estamos tan unidos,

nuestros ojos de té descubren

lentamente las estrellas que se adormecen.

 

Las ondas electromagnéticas

de diferente longitud de onda

de las soleadas Ramblas de Barcelona

forman un abanico de colores en mi retina;

de igual forma el reflejo de unos ojos

apasionados pueden disparar el Arco Iris

                                             Silvia M. Folch

La Belleza

El poema de Gràcia descriu l'ambient constant d'aquesta zona del barri-la que em sembla més bonica- amb una hàbil precisió i amb una sensibilitat exquisida . El del capítol té el seu clímax en el moment de comparar un petó a la galta ambel perfum de les flors. L'enhorabona per tots dos i bona Diada a l'Elisa. Una lectora satisfeta.
 
Traducción:
El poema de Gracia describe el ambiente constante de esta zona del barrio -la que me parece más bonita- con una precisión y una sensibilidad esquisita. El del capítulo tiene su climax en el momento de comparar un beso en ola mejilla con el perfume de las flores. Enhorabuena por los dos y buena Diada (del 11 de Septiembre). Una lectora satisfecha.