5 jun 2017

He lanzado al mar, bajo el soplo de la luna, la última botella


LA DESPEDIDA DEL NÁUFRAGO

La parra crece,
se despega de la tierra, se encarama en los muros y florece para invisibles vendimias.

A los escritores
tampoco les debería importar tener menos lectores admiradores de sus escritos que imitadores que sí los valoran.

De todos los animales
el cerdo es el más romántico; de ahí que lo contrario de romántico no sea clásico sino tontorrón. (¿Os acordáis del cuento “Los Tres Cerditos”?)

En Google +
he podido observar que abundan dos tipos de blogers: uno el que cree en Dios, y, otro que se cree que es Dios. No tardaré en abandonar ese gran baúl de Google tabla de salvación de muchos náufragos.

He lanzado al mar,
bajo el soplo de la luna, la última botella con notas y metáforas de la novela "Piel de Una Rodilla Herida". Si alguien la recoge le ruego que sonría porque

tan sólo
para el Ángel Montserrat soy irremplazable.

                                                                                          Johann R. Bach

4 jun 2017

“Unos dedos, unos labios, una piel de rodilla herida…, dejan el todo a la imaginación”.


LOS FRAGMENTOS DE JOHANN R. BACH

"Unos dedos, unos labios,
una piel de rodilla herida…,
dejan el todo a la imaginación".
                           Johann R. Bach
Señor Hermes

Después de una espera de siete años, todo un ciclo vital leyendo día a día esos escritos de Johann cargados de significados he llegado a la conclusión personal de lo que es la convicción metafísica de R. Bach: "la totalidad del universo existe tanto en el Cosmos entero como en cada uno de sus aparentes fragmentos (de ahí su gran interés por la teoría de fractales).

La novela maravillosa
que Johann R. Bach sería capaz de realizar, no ha sido escrita, ni probablemente la escribirá ya: la tenemos esparcida en una treintena de legajos diversos, todos anteriores a la novela ideal (algo que se parezca al estilo de Proust) que, detrás de cada escritor se deja adivinar como una constante, secreta e inaccesible presencia.

Para R. Bach el fragmento
es la expresión del pensamiento limpio, sin polvo adherido a la membrana que lo protege. Es más: afirmar que el fragmento no es apto para expresar la totalidad, significaría presuponer que el discurso prolijo la contenga toda. Éste tiende, además, a ocultar las rupturas del ser mientras "el fragmento es el medio de expresión del que -me aventuro a decir- aprendió que el hombre vive entre fragmentos".

Entonces, el quebrar su obra en fragmentos
es sólo la estrategia expresiva de un pensamiento que intenta alcanzar el todo: "Mis breves escritos – dice en una de sus cartas- son los toques cromáticos de una composición concebida en perfecto contrapunto". Para quien sabe leer, y sólo para él, el conjunto de los toques cromáticos brinda una visión de la totalidad. Las metáforas que se encuentran en el exergo de toda su obra son otras tantas aclaraciones de esa filosofía de contrapunto. Como sus versos escritos, como sencillo y sucinto poema:

"Unos dedos, unos labios,
una piel de rodilla herida…,
dejan el todo a la imaginación".

                                                                                              Asunción T.