23 may 2015
Envuelta aún en la nube de los besos de la noche anterior
el paisaje amable de Las Isla Galápagos, el amor en las selvas húmedas tropicales y la reflexión ante las cumbres nevadas.
22 may 2015
Con barro en los zapatos ha mirado a las flores y se ha preguntado por su joven amor:
21 may 2015
Sus diecisiete años son una playa abierta que ella mira de lejos,
cuerpos tan juntos y tan distantes…
20 may 2015
Siento el hormigueo placentero por todo el cuerpo que de durar demasiado me volvería loca
Igual que marionetas, los humanos pasan, como en un sueño, por la vida.
19 may 2015
porque pensar en lo que fue, no es más que una añoranza inútil
COMER, DORMIR, NO PENSAR
¿Qué decir
sobre los que creen que no hay que pensar en las cosas que fueron y pasaron
porque pensar
en lo que fue, no es más que una añoranza inútil?
No pienses tampoco –dicen-
en lo que ha de suceder;
pensar en el futuro es impaciencia vana.
Para ellos, es mejor
que de día te sientes como un saco en la silla;
que de noche te tiendas
como una piedra sobre la hierba del jardín.
Sólo –sentencian-
cuando alguien te ponga la comida cerca abre la boca; cierra los ojos cuando llegue el sueño.
Son ideas que se van extendiendo,
paulatinamente, entre la gente joven y entre los enfermos.
La depresión, por ahora, gana la batalla.
Johann R. Bach
18 may 2015
Todas tus palabras surgen de unos bellos labios y no necesitan escribirse en verso
la unión de un hombre y una mujer en vuelo sin alas sobre la hierba
BAJO EL POLVO DE LA VÍA LÁCTEA
He bajado temprano al jardín
y he visto como avanzaba la claridad desde el horizonte y mis pies han notado la humedad de la hierba.
Ahí viajan con calma,
bajo el polvo de la Vía Láctea, las primeras luciérnagas. Plantan sus tiendas entre las hojas de las estrellas
junto a la lavanda
que florece tan infinitamente azul que parece como si todas las criaturas fuesen pequeñas.
Me he sentado a esperar… no sé qué
mientras sueño con una muñeca muy despierta cuyos ojos de cristal son asombrosamente hermosos,
imagino que tiene buen carácter,
que su corazón es demasiado grande para este planeta y que es capaz de encender un amor
en la hoguera de la Estrella Polar.
Hablo con ella y me da la sensación de que se parece a mí sobre lo que ambos entendemos por dicha irrenunciable.
Es como si con nuestra conversación
las estrellas de repente al menor roce se volviesen blandas.
Estamos de acuerdo
en que, por desgracia, los defoliantes existen: por ejemplo la dioxina que deshoja árboles y arbustos y aniquila hombres y animales y a los diminutos insectos que colaboran con su biodiversidad.
Fumigando cosechas, bosques,
se consigue la caída de la hoja y la muerte en mitad de la más exuberante primavera.
He visto la pálida estrella matutina.
Brilla como un cerebro que casi está quemado y usado, demasiado difuso para recordar
la unión de un hombre y una mujer
en vuelo sin alas sobre la hierba de este mismo perfumado jardín al calor del cálido lecho casi estival.
Cuando los mástiles en el puerto
han comenzado a inquietarse, el viento se ha llevado por delante el apacible aire del amanecer y
no he tenido más remedio
que refugiarme con mi muñeca y mis sueños otra vez tras los cristales.
Johann R. Bach