22 oct 2011

El calor, el frío y la medición del tiempo

Hola a todos/as
 
Esta noche Andrés subirá desde El Perú a la web www.homeo-psycho.de el capítulo 23 de "Niños a la Deriva" en el que Elisa expones la reacción general de los individuos frente a la temperatura y alguna pincelada de cómo nuestro metabolismo mide el tiempo transcurrido entre dos sucesos. También se subiran las versiones alemana e inglesa de Heike y Yogui y posteriormente la versión italiana de Sara Viotti se colgará en el Newsletter.
 
Os recordamos que cada día se cuelgan en el "Newsletter" poemas y/o comentarios y que cada semana se sube un capítulo de la novela actual Niños a la Deriva
                                 Leo P. Hermes

Poema de los "Bajos olivos de Cadaqués" a los que se refiere Mater Amabilis

Bajos olivos de Cadaqués

 

Las aceitunas de los huertos

de monte bajo de Cadaqués

nieve, flores de amor,

brillaron con dulces palabras,

doblaron sus ramas

y tu hermana llenó su pequeño seno;

fue a tu madre.

 

Sentada bajo la luna

frente a las pequeñas olas

pensaba en ella,

sentada bajo la luna

frente a una alfombra plateada

le reprendía amorosamentente:

ayer te bañé, ayer te cambié,

¿a dónde has ido?

¿quién ha llenado tus ropas de lágrimas

y de rojas vides?

 

Tú no entendiste

aquellas palabras, pero el mar

junto a ellas se hizo pequeño

como en los mapas.

                         Elisa R. Bach

 

Fwd: Bajos olivos



Una foto y unas palabras para acompañar tu bonito poema.
No recordaba que hubiera tantos olivos....
¡Buen día!
Petonets


C ielo arriba
A bajo el pueblo
D onde los gatos corren libres
A ver si un alma caritativa los alimenta
Q ue el invierno está a la vuelta de la esquina
U na gaviota canta en lo alto
E sperando la respuesta de otra que está posada
S obre el muro de piedra.





De: Juan RR
Enviado: sábado 22 de octubre de 2011 9:07
Asunto: Bajos olivos

Bajos olivos de Cadaqués
Las aceitunas de los huertos
de monte bajo de Cadaqués
nieve, flores de amor,
brillaron con dulces palabras,
doblaron sus ramas
y tu hermana llenó su pequeño seno;
fue a tu madre.
Sentada bajo la luna
frente a las pequeñas olas
pensaba en ella,
sentada bajo la luna
frente a una alfombra plateada
le reprendía amorosamentente:
ayer te bañé, ayer te cambié,
¿a dónde has ido?
¿quién ha llenado tus ropas de lágrimas
y de rojas vides?
Tú no entendiste
aquellas palabras, pero el mar
junto a ellas se hizo pequeño
como en los mapas.
                         Elisa R. Bach



21 oct 2011

Un cielo de siete lunas

El cielo de siete lunas

 

La tarde resbala por la playa,

quisieras un cielo de siete lunas

y tener al anochecer un firmamento

para mirarlo a su lado;

lo construirías si pudieras,

con estrellas de colores

alrededor de las lunas impares.

 

Tú podrías demostrar

en esa inmensa bóveda

cómo tus artes de aire cálido giran

sobre múltiplos de números primos;

cómo un número impar

de sumandos impares es otro impar.

 

Acariciarías esa noche de luces de plata

acercándose al mar con siete espejos,

nunca antes vista, sin lámparas.

Sedosa aparecería en la distancia,

sin embargo al desenvainarse

sobre el pecho y las rodillas

sería incómoda como siempre.

 

Bajo un árbol que atare tierra a cielo

levantaría tus manos

para que escribieras en el cielo

tus ecuaciones de múltiples incógnitas

y tus tabulados ritos de fertilidad.

 

Las lunas pares, grandes como lamentos

vendrían por encima de un carillón

a dar la medianoche con campanadas

de luces y besos de locura

persiguiéndote silenciosamente

con una lengua de arrepentimiento.

 

Todo ello, bajo unas estrellas

sobre nuevas órbitas

de manera que un nuevo orden del cielo

hebdómado-lunar

que parecieran un desatino

con tus párpados subiendo y bajando

sin constancia en las matemáticas

de la armonía.

                                      Elisa R. Bach

Comentario de una profesional de la Salud

Hola
 
Molt bó aquest capitol 22.
 
No obstant, crec que jo trenco aquesta regla: vaig passar la meva primera etapa essent lycopodium, després vaig passar a sulphur i ara crec que estic en calcarea carbonica....és el que hi ha!
 
D´altra banda m´ha encantat la detallada i extensa descripció de hospital Carioca....quina imaginació! semblava com si anés recorrent-lo amb una càmara de filmar!!!
 
I quin contrast amb l´espai reduít de la caravana,...realment amb l´Elisa és fàcil sentir-te esplèndidament, com en l´hospital carioca i als 2 segons, agobiada, sentint com deuria viure a la caravana!!!
 
Gràcies!
 

El Resentimiento

El resentimiento

 

Crees que tienes la culpa

porque nada te protege del desencanto.

Sin embargo todo te dice

que evites hacer la suma

y observes la luz que invade el cielo.

 

¡Tal vez mañana no sea el final!

 

Vive el resplandor del atardecer,

la hermosa cabeza de brusca mirada,

la seca sonrisa, la piel como nieve,

el ojo turbio como el rio que sale

por vez primera del hielo,

 

la fría luz de esta vida en diciembre.

 

Por eso vas al mar,

quizás sus caricias

calienten en nuestro abrazo.

Abandonaste tus paseos

a conocidos parajes arqueológicos.

 

Ya no encuentras huellas

 

del consuelo en las ruinas,

en aquellas mismas piedras

en donde ayer te sentabas.

En eso piensas, no en atenienses

del siglo quinto antes de Cristo.

 

Tampoco Karnac o Delfos valen la pena.

 

¡Es tan evidente que te fuiste

por resentimiento, por una venganza

que sólo a mí puede dañarme!

Evita hacer la suma

y observa la luz que invade el cielo.

                                    Elisa R. Bach

19 oct 2011

Las tres fases en un profesional: OPTIMISMO, INSEGURIDAD, PESIMISMO

"…Estoy admirada por todos los aspectos científicos que incluye la primera parte del texto del capítulo 22. La descripción de la forma de la nave y de las condiciones que allí se dan me parece excelente; es sencilla, clara y precisa, y, por otra parte, el repaso al toro geométrico, a la fuerza de la gravedad y a la aceleración de Coriolís le dan un importante nivel matemático. Muy bien Elisa, me gusta la parte de ciencia que regularmente figura en los imaginativos textos de "Niños a la deriva"…"

La Profe de Mates

 

"…A sugerencia de la narradora, reflexioné, y empecé a imaginarme situaciones que ella plantea en un mundo sin sombras; sentí... ¡un agobio  brutal!. Me produjo tremendo alivio el hecho de ver la sombra de mi dedo proyectada sobre el teclado del ordenador. Cada semana, el capítulo de "Niños" me abre una ventana a un "paisaje" diferente, a un mundo nuevo, y que siempre me encanta…"

Gracias. Marta

 

"…Me  gusta mucho el fragmento que hace referencia a la duda entre dos soledades y, ante la incertidumbre de la narradora, yo la animaría a inclinarse por la primera: los poemas de su pluma podrían envolver ese regalo que está esperando el lector para atenuar su propia soledad…"

Santi

17 oct 2011

Versión italiana de la hispanista Sara Viotti del Cap´22 de NIÑOS A LA DERIVA

Capitolo 22

 

Ritorno alla vita ospedaliera. Fasi della carriera professionale.

 

·         Ottimismo

SUPHUR 15 CH

·         Insicurezza (paura di non farcela)

LYCOPODIUM 200 CH

·         Pessimismo (paura indistinta)

CALCAREA CARBONICA

 

Un casa in riva al mare

 

Come d'inverno in una casa in riva al mare

Le onde elettromagnetiche brillano

E battono come sabbia bianca

La deserta facciata centrale

Al cui centro si trova il sole.

L'ampiezza del cielo buio

opposto al sole

colmo di stelle nasconde come un velo

l'alta e piccola finestra muta

rivolta allo spazio infinito.

 

Nell'angusta cantina

Si cuoce il pane di farina inesistente

Nell'aria un profumo speciale ricorda

Un mulino che canti con le braccia stese al vento.

Con occhi di sale solca la mareggiata densa

Il muro leggero di titanio,

come vento d'inverno corrode il pensiero.

 

E dolce in una brezza immaginaria

si fa strada come  fosse estate

dalle calde ombre.

Il suolo metallico chiama i piedi

come già Pangea le radici,

mentre lo sguardo cerca

un azimut per sognare ad occhi aperti.

 

Si aprono e si chiudono finestre. Niente.

Qualcuno verrà ad abitare questa nave crescente

sperando nel bel tempo.
                                     Elisa R. Bach
                          Versión italiana de Sara Viotti

 

La prima volta che ho visto il moderno ospedale Carioca ho creduto di sognare. Ascoltando la parola "transbordador" con la perfetta acustica del veicolo l'avevo interpretata con il significato di aeroplano in lingua portoghese, ma dopo, alla vista panoramica di una struttura a forma di toro geometrico, una specie di gigantesca ruota da motocicletta munita di pneumatico con raggi ed asse perpendicolare al piano del toro, compresi che il veicolo dove viaggiavo era un autentico transbordador che faceva già manovra per congiungersi alla rampa che faceva le veci di una pista d'atterraggio.

 

Sentii emozionata che mi batteva il cuore e con una sensazione di meraviglia mista a paura, curiosità e angoscia presi ad annotare sul mio Quaderno di bordo ogni dettaglio di ciò che vedevo, sentivo e provavo mentre con la coda degli occhi osservavo la reazione degli altri passeggeri. La smorfia sulle loro labbra m'indicava che dovevano provare la mia stessa sensazione. Prima di "prendere contatto" con l'Ospedale Carioca ci diedero una piccola spiegazione in portoghese brasiliano, spagnolo, inglese e cinese di ciò che era quell'edificio fuori del comune che manteneva al fresco più di un milione di persone.

 

 

La sua forma -spiegava la hostess- favorisce, girando sull'asse perpendicolare che passa per il centro del giro, la creazione di una gravità artificiale simile a quella terrestre. La forza centrifuga cui erano sottoposti mobili, libri, cibo, macchine, persone ecc. era -parola della hostess- equivalente a quella prodotta dall'accelerazione di gravità che si poteva sperimentare nella zona di Parigi.

 

La struttura, in apparenza, simulava tutte le condizioni in cui milioni di abitanti vivono sulla Terra. I costruttori si erano presi la briga di imitare migliaia di dettagli della vita quotidiana di un ospedale: si vantavano perfino del fatto che all'Ospedale Carioca la vita fosse migliore perché erano stati ridotti gli effetti dell'accelerazione di Coriolis e molti altri aspetti fisici e psicologici che intervengono sul corpo umano.

 

Uno studio così millimetrico era, in effetti, sorprendente; ed era mirabile lo sforzo tecnico economico e umano portato a termine, ma con il tempo poco a poco vennero a galla i difetti. S'immagini un luogo senza nuvole, dove la pioggia non esista del tutto; un luogo dove non ci sia primavera, né estate, né neve; la notte non esista , il nostro ciclo circadiano sia segnato dall'orologio perché l'orbita dello spazio all'interno dello spazio in questione si dà perpendicolarmente al piano dell'equatore e il sole è sempre nella stessa posizione, cioè il giorno ha le stesse ore dell'anno, minimizzando gli effetti del movimento di traslazione del sole verso l'Apex.

 

S'immagini un mondo dove nulla possiede un'ombra a causa di un'illuminazione che si diffonde in tutte le direzioni creata da migliaia di minuscoli leds; un mondo di estetiche piante di plastica da cui sorgono profumi artificiali anch'essi; di pareti dai quadri a colori vistosi dove sono vietati i neri e i seppia; nelle aree di divertimento gli schermi extrapiatti trasmettono continuamente video di folle che ballano la samba o film idilliaci d'erotismo superficiale e partite di calcio; nelle sale di lettura le pareti sono decorate come se contenessero migliaia di libri dando l'illusione di trovarsi in una biblioteca.

 

In uno spazio di quattro metri quadrati ho convissuto con mio figlio come nella stanza di una roulotte. Sotto un letto della larghezza di un metro riponevamo i pochi abiti, resi secchi e rugosi dalla scarsa umidità relativa dell'atmosfera, in alto il letto di mio figlio e una scrivania come soppalco. Durante "il giorno" il mio letto si trasformava in un tavolo da lavoro e quando lo si alzava tutto il materiale utile scivolava fuori come se uscisse dalla parete fino a formare un piccolo ufficio. In questo ambiente la paura s'impadroniva di noi e abbracciati l'uno all'altra pregavamo per scongiurare i minacciosi pericoli immaginari di un mondo senza ombre.

 

Eppure, nonostante tutti questi difetti, ho potuto scrivere le mie poesie per tutti questi anni perché erano il cordone ombelicale che mi manteneva unita ai miei bambini. Ho potuto stare vicina a mio figlio che mi ha dato i 15 anni migliori della mia vita e inoltre ho avuto il privilegio di visitare centinaia di esseri meravigliosi che mi hanno aiutata a continuare a vivere. Nonostante tutto, però, sono sempre in dubbio fra la solitudine in riva al mare, sulle rocce, con la penna che si muove al ritmo della mia mano o la solitudine in mezzo a una moltitudine di voci solitarie nelle sale di questo ospedale.
 
Elisa R. Bach
Versión italiana de Sara Viotti

16 oct 2011

ALABANZA A NUESTRA PROPIA SOMBRA

La descripció de l'hospital és gairebé al·lucinant, i permet fer-se'n una imatge mental gairebé cinematogràficament precisa. Hi ha una lloança, un cant, per antítesi i absència,  a elements tan oblidats com l'ombra que projectem persones i objectes i a tot allò que és natural! . Felicitats i gràcies pel text.
                                      La Profe de Català
 
Traducción (sic)
La descripción del hospital es casi alucinante, y permite (-creo-) hacerse una imagen mental casi cinematográficamente precisa. Encuentro en ella una alabanza, un canto, por antítesis y ausencia, a elementos tan olvidados como la sombra que proyectamos personas y objetos y a todo aquello que es natural. Felicidades y gracias por el texto.
                                    La Profe de Catalán

EL VERANO NO QUIERE DESPEDIRSE

El verano no quiere despedirse

 

A veces el verano no quiere

despedirse como lo suele hacer

acompañando al bosque,

con trufas y cortezas de árbol,

misterios que sólo surgen en otoño.

 

la arena aún se deja pisar

por pies descalzos

y el espacio entre los árboles

es como una ventana iluminada

que deja ver el febril trabajo

de diecisiete duendes adorando al sol.

 

Escaleras de troncos abajo,

se bañan los últimos turistas

del atípico octubre

mientras las jóvenes olas se estrellan

contra los dientes de granito.

 

Algunos barcos se apoyan

en el fondo azul,

sin sobrepasar el horizonte,

como los cuadros que sobran

en la vieja casa de Cadaqués.

 

El tomillo silvestre

se pierde con un rayo de sol

junto al momento desatendido

como música escuchada

en la profundidad de lo absoluto.

 

Nosotros mismos somos música

como la que sale de una caracola

varada en una cala

y del suave oleaje de una Costa Brava

anormalmente tranquila.

 

Los pinos nos rodean junto al mar

protegiéndonos de la tormenta de luz

y de la mezcla imposible

de cercanos augurios

de cipreses y esperanzas.

 

A veces el verano no quiere

despedirse como el bosque

con trufas y cortezas de árbol.

                                     Elisa R. Bach