A todas nos duele envejecer. Antes de llegar a eso
muchas mujeres brindan con copas
llenas de licor de manzana, exhiben
con orgullo su originalidad, reconocen
su falsa independencia, entregan
su libre corazón homologado, pretenden
A todas nos duele envejecer. Antes de llegar a eso
muchas mujeres brindan con copas
llenas de licor de manzana, exhiben
con orgullo su originalidad, reconocen
su falsa independencia, entregan
su libre corazón homologado, pretenden
Capítulo 61 de "La Chica de Kiefholzstrasse"
· Psiquismo en la menopausia: LACHESIS C9
· Insomnio en la menopausia: SENECIO C30
· Sofocos en la menopausia: FSH 9CH – SULFUR C7
Carta abierta a Rosa
Querida Rosa,
Sabes que ya eres una de mis mejores amigas y que ansío que lleguen mañanas en que tomar un café a tu lado me hagan tanto bien como cualquier medicina eficaz contra un dolor de muelas. Juntas podríamos charlar sin que el reloj nos molestara. He recibido tu mail con mucha satisfacción y yo te contesto lo que opino sobre varios temas, entre ellos la menopausia, ¿Qué opino de esa etapa de la vida? ¿Qué creo que significa la menopausia?
Mucha gente (médicos, sociólogos, psicólogos, filósofos...) ha escrito cosas sobre la menopausia y, en general, la tratan en el mejor de los casos como una etapa en que "aún" se puede disfrutar de la vida, con la familia, haciendo excursiones, aprendiendo idiomas, yendo a bailar, etc., pero siempre en un marco de hiato endocrino (descenso brutal en la producción de hormonas) y como una fase "desgraciada" que se puede paliar mediante un tratamiento hormonal sustitutorio (actualmente se denomina tratamiento hormonal a secas) y eventualmente con tratamiento psicológico (peyorativamente psicológico), etc.; como un momento en que la botella está medio vacía.
Yo no opino igual. Para mí la menopausia en la mujer es una fase de liberación total en la que ya no te agobian dolores (en el sentido de obligaciones debidas a la maternidad) ni trabajos (trabajos para otros. Ahora trabajas por fin para ti). ¿Los dolores de espalda? No son fruto de la menopausia. ¿El insomnio? Es un síntoma difícil de tratar si no se tiene en cuenta que procede de una inseguridad creada precisamente por el enfoque de la medicina oficial, pero piensa que en China las mujeres no saben qué es eso de la menopausia.
El dolor de espalda lo padecen 400 mujeres menopáusicas de cada 1000. Pero entre las mujeres no menopáusicas el dolor de espalda se presenta en la misma proporción. El tratamiento es pues independiente de esa fase tan rica psíquicamente para la mujer.
El insomnio, es un problema muy delicado y que necesita individualización. Es decir el insomnio puede deberse, aún dentro del marco de la menopausia, a causas muy diversas y es necesario un tratamiento adecuado a cada mujer.
Por último, la caída brusca de producción del sistema endocrino ha sido mal interpretada por la medicina oficial. En efecto, muchas veces la interpretación de un fenómeno endocrino se equivoca. Pongamos el ejemplo de la glándula del crecimiento: EL TIMO. Durante mucho tiempo se creyó que esa pequeña glándula situada detrás del esternón al finalizar el crecimiento se atrofiaba y ya no tenía ninguna misión pendiente. Investigaciones posteriores y, sobre todo la práctica clínica demostraron lo contrario. El Timo, aun pareciendo atrofiada secreta unas hormonas necesarias para el sistema inmunológico. Con el resto de glándulas pasa lo mismo: su baja producción abre otra etapa. No es un problema de envejecimiento sino de maduración. A todas nos duele envejecer, pero resulta más difícil aún comprender que es más fácil amar solamente aquello que madura.
Lo que hay que combatir en la menopausia –continúo- es el despiste que muchas mujeres interpretan como desorientación porque los medios machacan sobre ello día y noche en programas destinados a captar incautas para despachos de psicología americana (es decir mala y cara).
En realidad muchas mujeres se sienten abandonadas por sus parejas de facto o "de iure" (de hecho o de derecho). Muchos hombres abandonan a sus compañeras alrededor de la época de la menopausia porque en su cerebro en forma de hilo que sólo les sirve para aguantar las orejas, no cabe la idea de que ellas están viviendo lo mejor de su vida.
El despiste de la mujer (y en no pocos casos el abandono en que se sienten) en la fase de la menopausia se puede describir de muchas maneras pero la siguiente anécdota podría arrojar luz a esa situación.
En cierta ocasión un joven soldado estaba durmiendo a pierna suelta (como los leones) en el cuartel cuando sus camaradas comenzaron a chillar "corre, corre, despierta, corre". El muchacho saltó de la cama y salió corriendo y a mitad del pasillo volvió su rostro preguntando angustiado: ¿A dónde? Los otros soldados se desternillaban de risa.
Eso es lo que pasa en realidad en la vida de muchas mujeres cuando nos dicen "haz esto, estudia aquello, no vayas a tal o cual sitio, no me gusta el vestido que te has comprado, cuida de los niños..." sin saber a dónde quisiera nuestra voluntad llevarnos porque no nos han dejado tiempo ni espacio para movernos (nos han alienado casi por completo). Nadie nos ha dejado margen para pensar qué podríamos desear.
En la menopausia todo eso, en general, desaparece y muchas mujeres descubren con cierta amargura que no saben lo que quieren o si lo saben hasta ese momento no han tenido ocasión de ponerlo en práctica. Es el punto en que es posible romper todas las cadenas, saltar todas las barreras y empezar otra etapa y dejar atrás el olor de lavavajillas.
Entran muchas mujeres, con la menopausia, en una etapa de completa madurez y no pocas comienzan a vivir lo mejor de su vida: comienzan a tener amigos, a tener amor como nunca lo habían tenido. Comienzan a vivir una época muy fértil en lo intelectual y bastantes de ellas engrosan las filas de las activistas sociales de muchas ONGs o las apoyan demostrando con ello que su calidad y fuerza intelectual está intacta.
Fruto de esa madurez, la mujer en la menopausia actúa con una inteligencia y una diplomacia que muchos hombres desearían poseer por no decir comprar y el papel social que juegan las cincuentonas (como muchos médicos las catalogan) es más fuerte que nunca. Sólo tenemos que esperar alguna década más para recoger esas realidades.
Muchas mujeres en la menopausia creen que su vida está a punto de tornarse en la etapa final de su existencia. Nada más lejos de la realidad. Aún les queda por disfrutar de la vida durante 30 o 35 años de plenitud, de amor. Yo opino que esa etapa es la mejor de la vida y el hiato endocrino (la disminución hormonal) es un hecho positivo que da paso a esa fértil fase de la vida espiritual de una mujer, que si en su juventud demostró ser fértil con la maternidad, en la menopausia puede demostrar su valía intelectual y su sabiduría.
No creas que lo que te estoy diciendo forma parte de un discurso de mojigata, pues en el terreno sexual no sólo no ha decaído su pasión sino que va en aumento. Así mujeres que hasta los 50 años habían tenido escasos orgasmos por no decir ninguno, pasan a tener una vida sexual plena como nunca y en no pocos casos conocen la profundidad de un amor placentero en sus relaciones sexuales. A esa edad muchas llegan a sentirse amadas y deseadas como nunca. Y lo que es más importante: pasan a sentirse libres tanto si tienen pareja como si no por primera vez en su vida. ¿Es ésa una etapa desgraciada en la vida de una mujer?
¡Vivan esas etapas desgraciadas como la menopausia de la mujer!
Besos. Elisa
TAZAS FRÍAS DE CAFÉ EN S'ARENAL
Las tazas de café eran a veces
preguntas que se iban quedando frías
o respuestas amargas, con el azúcar
en el fondo sin disolver
y la soledad le indicaba el camino a tus ojos
hasta que se te abrieron las plazas melancólicas,
cuando aquella antigua oficina de cambio
ya no saludaba con su imagen en la ventanilla
al sol de aquel octubre en la playa de S'Arenal.
Un rumor de noticias y curiosidades
penetraba día a día en la debilidad
de las cafeterías vaciadas de turistas,
en el desorden del apartamento,
en las maletas ofendidas,
en la ropa cansada del armario,
en los ojos estúpidos
y también maltratados de tus fotografías.
Aunque no lo dijiste, mirabas la realidad
como el hombre agotado
que vuelve tarde a casa después de traicionar,
por un fruto que apenas le convence.
El mundo es más sencillo
cuando se complica de verdad.
Saliste airosa de una batalla entre libros,
de un bosque de fuertes y fronteras,
de vientos sin raíces que se mueven
con la fatalidad de los relojes,
de la obligación de hablar otra lengua,
entraste en el laberinto de una memoria seca,
donde hasta los mismos dioses se descomponen,
pero ahora suplicas en silencio
a ese Lago de los Sueños, mar inapelable
que te acompañe junto a un otoño
con todas sus metáforas y sus ocasos,
que siga bañando con su luz
tu soledad en medio de la bella Bahía de Palma.
CONCEPTOS DE HOMEO-PSICOLOGÍA
EN UNA ENTREVISTA EN LA RADIO A
Joan R. Riera (www.homeo-psycho.de)
http://www.lucesenlaoscuridad.es/grabaciones.php?elemento=3010
HAS VUELTO A BARCELONA
Has vuelto a Barcelona.
Todo aquí es tan sencillo
como no haberse ido.
Has vuelto a Barcelona
esperando otra suerte.
No has de levantarte temprano
si no quieres ver cómo sale el sol
ni enfrentarte a la tinta con frío.
Aquí el clima es templado
y todo exceso se inclina hacia el calor.
Miras las rosas de algún balcón,
las carpas de colores
de los pequeños estanques
del famoso Parc Güell,
el vuelo de aves verdes exóticas
que, como un aviso,
están colonizando el Mediterráneo
donde aún anidan ojos amables
y sonrisas de agradecimiento.
Alguien dijo que la poesía,
es también un tiempo
como un coleccionista de antigüedades.
Tú empiezas a ser una de ellas.
No te sientes envejecer
(el deseo aún enciende la mente
y el cuerpo -aunque eso no basta),
aún escuchas a vecinos y amigos,
y oyes en el viento alegres trinos.
Tu ventana como una página abierta
permite ver la caligrafía picuda
de las torres de la Sagrada Familia
y como sostienen el aire, antiguo
como los cartagineses.
Pero sobre todo eso danza la vida
-más intensa aún por estar en vilo-,
Las miradas, las risas y la música
de una lengua que concibe el mundo
y lo despliega ante ti,
como nunca antes lo habías visto.
En el fondo, rozando el horizonte,
suena la sirena de un barco
y pían los gorriones.
Todo es tan sencillo,
como la calidez del sol
sobre tú pecho
en este viejo jardín.
Todo es tan sencillo,
los árboles de Las Ramblas,
la Iglesia del Mar1
las Cocheras de Sants,
el viejo barrio de pescadores
de La Barceloneta,
como no haberse ido.
EL PROFESOR
Tu madre te había explicado,
cuando tan sólo tenías siete años,
la historia de Sinué El Egipcio
con tanto lujo de detalle
que se te grabó en tu ADN; así que
cuando leíste la novela ya habías reconocido
tu imagen:
viste al pie de la muralla a aquel niño
cogido de la mano de su padre
que horrorizado, con náuseas
y ganas de vomitar rechazaba la escena
del general triunfador de tantas batallas
sin piernas y medio borracho explicando sus glorias.
En la Facultad –ahora le llaman La Uni"-
siempre había alguien explicando algo.
Y nosotros, vestidos de blanco,
con lo que denominábamos entonces
grandes herramientas,
hilo y aguja para coser y reparar el cielo,
bisturí, tijeras, pinzas, espátula,
martillo y suturas no desechables,
nos disponíamos a manejarlas
con cuidado, con amor
como parte del sagrado juramento.
Las ventanas de las aulas vibraban,
en su delgadez, como grandes trombones
y tu corazón tembló
como el pulmón de aquel niño Sinué
con la primera mano entre las tuyas
y tu cuerpo fue Egipto y sus pirámides;
los pasillos ardían a pesar de la tenue luz
como los estudiantes al ver una operación
de sinusitis: con la cara sin su máscara.
El clamor de sus suspiros invadía
el aire del Paraninfo en las conferencias.
¿Cuándo debíamos dejar de aprender?
Profesores con barba llena de cangrejos
y estrellas de mar se empecinaban
en tenernos listos para socorrer a alguien.
Corrían tiempos en que era obligatorio
ayudar en cualquier accidente
bajo la amenaza de sanción por no prestar auxilio.
El mar o el destino se llevaría
poco más tarde a todos los maestros.
Tú no volviste a ver aquellos ojos
compañeros que te miraban de reojo.
Vuelves, incomprensiblemente, siempre a clase
y es una playa, como entonces sola.
Un grupo de muchachos y muchachas
te esperan sin batas blancas,
vestidos de colores y albarcas menorquinas,
les das un lápiz con entrada USB
llave de su herramienta el ordenador,
los examinas a veces, ahora eres tú, el profesor.
UNA "RARA AVIS"
Una "rara avis" terrestre
con la justa tripulación
cargada de sueños se eleva,
hasta alcanzar su órbita;
en sus entrañas lleva
una auténtica ciudad llena de luz
como una linterna mágica
que alumbra
la sinfonía del mundo.
Con sus alas de duraluminio
y sus vísceras de titanio y grafeno
alcanza altura con el silbido de su pico de oro;
arranca, de entre los árboles
de los archipiélagos,
un nido de infancia interrogada:
Eso es casi todo.
Quedando dudas por resolver,
espero ansiosamente el anochecer
cuando me doy por vencida.
En la mudez del amor permito
que mi compañero Igor se inmiscuya
en mi propia geografía.
Cuando suene el despertador
volveré a una falsa mañana
sin lluvia, sin nubes, sin viento,
sin árboles desprendiéndose
de sus pesados ropajes. Sin olores,
el sudor del romero sería un lujo.
Hasta los relámpagos azules y
los copos de nieve se han de reconstruir
con los sueños.