1 oct 2011

AGRADECIMIENTO AL MUNDO DONDE SE HA NACIDO

Nacer en Cadaqués

 

Cuando naciste no partías de cero.

Cuando naciste tus hermanos

ya hablaban, andaban y jugaban

en la arena, justo enfrente de casa,

remojándose los pies en agua de mar.

 

Tu hermano ya hablaba dos lenguas,

tu hermana sólo una.

Aún no iba a la escuela; acompañaba

a tu madre en los quehaceres

y cuidaba de ti peinándote

el cabello de tantas formas

como caras tiene un poliedro.

 

Tu punto de partida no era cero;

el humilde refugio de pescadores

era la casa donde se estrellaba

la tramontana y el mar acababa

siempre acariciando

hasta el dintel de la puerta

como si buscase lavarte los pies.

 

El mar, ese inmenso depósito

hilvanado con fuertes rocas

y con suaves arenas, lleno 

de luz, agua y sal de vida,

sabía que tenías alma de princesa;

 

te respetaba, calmando a Neptuno,

cuando cogida de la mano de tus hermanos

aprendías a caminar entre sargos,

percas y rojo-amarillentos serranos

con las primeras palabras de la sirenas.

 

Junto a conchas sonrosadas,

granadas y membrillos,

con los primeros y alegres estremecimientos,

tíos y primos

vaciaban el aceite en enormes tinajas

y en un suelo cubierto con el mantel de viñas,

tapaban con tomillo y romero

los humos de cordero asado.

 

Esa luz y ese olor del universo mediterráneo,

que sueñas como bueno

es la mayor de las herencias deseables.

Cuando naciste no partías de cero.

                                                       Elisa R. Bach

29 sept 2011

LA LUZ DEL GRANADO

La luz del granado

 

Silbando en cámaras abovedadas,

atraviesa la tramontana

con su terquedad y murmullo

un auténtico laberinto de flores fucsias,

la luz salta en él esparciendo sus sonrisas

 

de frutos granados de vida.

El legendario arbusto ríe a carcajadas

con hojas recién nacidas en el alba

abriendo los colores desde arriba,

estremeciéndose de triunfo.

 

Cuando se despiertan los campos

y tú siegas con tus rubias manos

los tréboles de tus sueños,

es el granado el que pone inesperadamente

en tu verde cesta las luces.

 

¿Ha sido siempre el granado

el que ha disipado la niebla del mundo?

Nunca triste, nunca gruñón

grita la nueva esperanza que nace,

saluda en la lejanía sacudiendo un pañuelo

 

de hojas de llama fresca,

a dos mil barcos que rasuran el horizonte

que con olas que dos mil veces van y vienen

civilizando playas y acantilados salvajes.

Es el granado el que hace rechinar

 

las altas velas y veletas que se refriegan

en el aire transparente y en las alturas

con el racimo cobalto, insolente,

lleno de peligro.

Quiebra el granado

 

-como el fulgor de tus ojos mi amor-

con la luz en medio del mundo

los nefastos tiempos llenos de huracanes

y, de parte a parte, extiende

su pequeña yema del día.

 

No importan las tormentas que destruyen

y arrasan ciudades y campos

el granado siempre volverá a llenar

el Mediterráneo

de Granadas y Barcelonas.

                              Elisa R. Bach

EL LARGO VERANO SE DESPIDE

El verano se despide

 

Has visto mi amor

cómo se alarga la noche

plagada de amores anónimos,

cómo se disipa la neblina

en esta maravilla de Pirineo;

caen ya los primeros granizos

y se confunden con los colores:

azul cobalto arriba,

amarillo cadmio abajo

precursor de ocres y castaños.

 

En el profundo lago de mi alma

fondea una escuadra de astros

que se desdibuja contigo

-mi lucero matutino-

para que brilles junto al airecillo

celeste y fresco que te contempla

como un sueño.

 

Añoramos desde hace ya semanas

la suave música de la lluvia

junto a las hormigas y los lagartos;

el cielo infinito se inflama

y los poros de la tierra se abren,

adelgazando el cuerpo de un largo verano,

lentamente.

 

Deseamos con fuerza oír

cómo el agua gotea sílaba a sílaba

mientras que algunas plantas
se han quemado

por mirar directamente al sol

aunque aún podemos consolarnos

yaciendo sobre la hierba

amarilla y boca arriba,

fumando las plateadas hojas del olivo.

                                                Elisa R. Bach

EROTISMO EN LAS MATEMATICAS

El primer poema del capítulo 19 de "Niños a la deriva" abre un campo de aplicaciones de los vectores totalmente inédito. En matemáticas, se utilizan vectores libres para hacer traslaciones en el Espacio Geométrico y con una dirección son posibles dos sentidos opuestos; el doble sentido, en la noche y en el día, que  Elisa define en sus vectores, es una idea genial para deslizarse en el Espacio Trivial, en el que también hay que saber volar. Mucha imaginación, me ha encantado.
La erótica conjunción geométrica del comienzo, la reflexión sobre lo trivial y la terminología, hacen del poema una original y lírica inmersión lingüística en Matemáticas: "lágrimas de distinto signo" es ideal.
Como en algún otro capítulo de "Niños a la deriva", en el 19, la protagonista nos trae de nuevo los recuerdos de su niñez en la Costa Brava. La  descripción de lugares como Cadaqués y la Bahía de Roses, el viento tramontana, los granados... es tan buena que, a pesar de encontrarme a mucha distancia, hace que la zona me resulte muy próxima, incluso familiar.
De la prosa del 19, me ha sorprendido que con la fuerza que lleva un vector de intensidad variable, la narradora pueda haber borrado su obsesión de castigar.He aplicado vectores para hallar la resultante de varias fuerzas, para descomponerlas, pero la propiedad de reducir obsesiones va mucho más allá de mis conocimientos
, es alucinante.
LA PROFE DE MATES

28 sept 2011

La hispanista Sara Viotti envia la versión italiana del cap 1 de Niños a la Deriva"

         Niños a la Deriva Italiano

 

Capítulo 1             In prigione

 

·         Malumore e necessità d'insultare e bestemmiare

              CHAMOMILLA 200 CH

·         Desiderio di acidi e tendenza a fare il bastian contrario

              HEPAR SULFUR 200 CH

 

Talvolta ci mettiamo anni a capire

che affrontare la solitudine è come

cominciare un libro dalla fine,

come leggere i giornali, ansiosamente,

sfolglinado le pagine al contrario..

ci mettiamo anni a sapere che la solitudine

(spesso solo il desiderio), è un altro libro

della bibliografia delle notti, un Manuale,

sucettibile d'esame, con le pallide

pagine di pelle sotto alfabeti

a inchiostro di palpiti e di strade,

con note a pie' di memoria

e condizioni-necessarie e/o sufficienti-

con lemmi e teoremi riservati ad

anime occupate dal Teorema del Coseno,

vedendo nell'artificio

la bellezza del verso matematico

per giungere al Teorema di Pitagora

scivolando in un indice occulto.

Dopo tutto, solo una materia

Contemplata dal Manuale della Solitudine.

                                          Elisa R. Bach

 

Ho chiesto un quaderno per poter scrivere e distrarmi mentre aspetto. In realtà non so cosa aspetto. Ho vertigini e nausea che attribuisco all'alcool che ho buttato giù in questi giorni; sebbene non sia impossibile che i postumi della sbronza mi durino una settimana come già altre volte, tutto questo ormai sta durando troppo. C'è stato un tempo in cui non sopportavo l'alcool, non riuscivo a bere neanche un dito di birra. Adesso quando bevo vomito meno di quando non lo faccio. La mia carceriera mi ha portato un quaderno e due penne una rossa e un'altra blu. Mi sento da cani, ma mi mordo le labbra per non insultare le sorveglianti. Qualcosa dentro di me mi dice di star calma. Sta succedendo qualcosa fuori del normale. Cosa staranno tramando questi figli di puttana?

 

Non ricordo quasi niente di quello che è accaduto: Claudia, Miret e io siamo entrate in un bar in una traversa delle Ramblas, forse in calle Hospital. Non so. Due uomini si sono avvicinati a Miret, la volevano prendere per la vita. Lei non li lasciava. Eravamo tutte e tre ubriache marce, non riuscivamo nenche a stare in piedi. Il locale era pieno di figli di puttana che se ne fregano se un uomo se ne approfitta con tre ubriache. E poi sono straniere, diceva un frocetto mentre si beveva il suo cognac al banco. Ma come faceva uno a dirmi straniera senza che nenche avessi aperto bocca? In questo paese si ubriacano solo le straniere?

 

La polizia ha fatto irruzione nel bar e formato un corridoio di uniformi ci hanno fatti entrare uno per uno sulla camionetta. L'odore di gasolio e di vomito d'ubriaco mi dava la nausea. Miret mi teneva la mano come se fossi stata sua madre. Ho avuto nausea, ho vomitato e mi si è annebbiata la vista .Quando mi sono svegliata ero in carcere su una barella. E sono ancora qui, ficcata in un buco dove il tempo si ferma e lo spazio si riduce a proporzioni inumane.

 

Quando sono uscita in cortile e ci ho trovato Miret e Claudia mi è sembrato tutto normalissimo. Ero in un tal stato di depravazine che perfino svegliarmi in carcere mi sembrava un fatto normale. Era lunedì, avevamo passato dentro tutto il fine settimana e a sentire le secondine a mezzogiorno ci avrebbero restituito i nostri effetti personali e saremmo uscite. Ed effettivamente è stato così per Claudia e Miret, ma non per me. Le mie domande alle funzionarie rimbalzavano contro un  un muro di gomma: nessuno riusciva a spiegarsi perché fossi ancora lì.   

 

Forse durante la rissa avevo picchiato qualche cornuto della polizia e gli avevo rotto i coglioni? Alla fine mi è venuto in mente di scrivere per "ammazzare il tempo". E curiosamente le parole e le virgole mi venivano in mente come se avessi scritto per tutta la vita e perfino concetti come perifrasi, iperbato, brano, sintassi o giustapposizione avevano smesso di sembrarmi insulti, come li avevo considerati fino a quel momento.

 

Miret è di madre francese ma ha vissuto sempre a Badalona. Ha studiato legge ma non ha mai esercitato come avvocato né ha mai fatto qualsiasi altro mestiere. Era la ricca delle tre. Ho sempre pensato che uscisse a far casino con noi perché nel suo ambiente non trovava nessuno per fare casino. Le sue sbronze, a volte ,arrivavano a un punto in cui usciva di testa oltre ogni limite e le sue risate nelle notti estive riuscivano a riempire locali e quartieri. D'inverno si chiudeva in casa come una monaca di clausura e non voleva saper niente di uomini, sebbene abbia solo 65 anni, 4 più di me.

 

Dopo quel lunedì non l'ho mai più rivista. Non mi è dispiaciuto; era una rotta in culo. Quando bisognava abbordare qualche uomo ero io a dover attaccare discorso anche se mi uscivano di bocca di continuo parolacce che gli uomini non sopportano. Per esempio mi piaceva chiamare uno appena conosciuto "succhiacazzi del tuo capo" come fosse una nuova categoria o incarico della sua ditta oppure dire "leccaculi di politici" a gente sfaccendata che frequenta locali notturni e di mattina non deve lavorare o anche usare "impotente di merda" come un complimento affettuoso e "palledure" come equivalente di uno con i coglioni al loro posto.

 

L'insulto quanto più è grossolano più sembra maschile ,è come fumare o bere roba alcolica. Io propongo sempre a molte donne di usare questi sistemi. Immaginatevi una donna ripugnante come me che dice affettuosamente a uno mezzo ubriaco che si è unito a noi al banco di un locale buio con le luci al neon: "Senti impotente di merda vieni con noi al bar accanto? Perché questo sa già troppo del profumo di Miret".

 

Conosco solo una donna più sboccata di me: è una vicina che non fa la pipì; devono togliergliela con una macchina. Mi pare che la chiamino dialisi. Gli uomini si divertono quando trovano donne come noi, ma ci temono.

 

Claudia era un'impiegata che aveva passato più anni a casa che a lavorare. Suo marito l'ha lasciata perché diceva che non era abbastanza intellettuale. In realtà l'ha lasciata perché non veniva mai e lui si sentiva ferito in quanto stallone incapace di far godere la propria compagna. Lei diceva di non capire come avesse potuto resistere tanti anni con quel  cafone. Io qualche volta l'ho visto da vicino e ci vuol un bel po' di pelo sullo stomaco più di me per sopportare "quello", quella "cosa deforme" che avrebbe fatto scappare perfino una foca: l'unto della faccia gli arrivava fino alle orecchie, era stempiato e con i denti da cavallo; la pancia, che gli usciva dalla giacca larga, pendeva sulla cintura che gli stringeva a fatica i pantaloni; le caviglie, prigioniere del fondo di certi pantaloni tutti stropicciati, minaccivano di esplodere nei calzini. Non è mai stata felice con lui, anche se neppure adesso, dopo separata, lo era. Era pigra persino per scopare. 

 

Tutto mi girava attorno quella domenica mattina che ci hanno costrette a fare colazione e poi ci hanno fatte uscire in cortile quasi con la forza; e ancora adesso, faccio fatica a ricordare cosa cazzo è successo: credo vagamente di ricordarmi di Claudia che rideva a crepapelle facendo il coro a Miret; picchiava senza forze quei due individui. Anche loro ridevano, perciò la cosa sembrava solo uno scherzo di cattivo gusto. Ma la faccenda dev'essersi messa peggio quando i clienti del bar si sono messi ad applaudire tutto quello che stava succedendo.Era come un brutto film americano di ultima (de) generazione. La mia camicetta sembrava felice d'accogliere la saliva putrefatta che mi scappava dalla bocca.

 

Poi, quando ero già in galera, mi saliva l'angoscia, non avendo la minima speranza che la mia situazione potesse cambiare; mi sentivo rinchiusa, prigioniera di un destino nel quale tutte, prigioniere e donne del personale, mi dicevano che era tutto provvisorio, ma le mie due amiche mi avevano lasciata qui, mi avevano lasciata sola senza ragione né spiegazioni né per loro né per me. Ma non mi ha stupita che non si siano date pena per me: in fin dei conti sono due alcolizzate perse che se la saranno data a gambe per bene non appena mollate fuori .

 

Di notte mi toccava dormire supina a gambe aperte, perché l'aria nella pancia mi provocava un dolore insopportabile. Il mio sbuffare da balena con le vertigini svegliava le compagne di cella, che minacciavano di soffocarmi se non stavo zitta.

 

La mia situazione è un po' cambiata da quando mi hanno fatto il controllo medico completo come da protocollo. Tra un esame e l'altro avevo un insopportabile mal di testa nella zona occipitale. Una prigioniera che lavorava in infermeria ha avuto compassione di me e mi ha procurato una camomilla. Solo a sentire l'odore ho ricominciato a vomitare. Non sopportavo neanche il caffè, la mia droga preferita. Viste le mie condizioni di salute, sono stata traferita in una cella separata dalle altre.

 

 

 

26 sept 2011

Poema estilo Thomas Mann

Mira mi amor: Eso que ves, brillante

como soles amarillos en la ladera

de la montaña es genciana,

y esto de aquí es un tipo de violeta

cuyo color y aroma conozco

muy bien aunque desconozca su nombre.

 

Y aquí tenemos fibonácicos ranúnculos...

con linajes muy parecidos

dentro de la familia de las ranunculáceas,

como en todas las casas pueden ser

Acris (acre), Bulbosus, Ficaria (Celedonia menor),

Flámmula, Glacialis (Carlina),  Repens (Botón de oro),

Sceleratus (Apio cimarrón)

plantas preciosas, hermafroditas, por cierto.

 

Mira, aquí hay un grupo de estambres

danzando con su cabellera al viento

y algunos ovarios resguardados

entre pétalos, un androceo y un gineceo,

según creo recordar...

 

Para darte la bienvenida:

aquileas y campanillas,

ahora son las primeras;

antaño, fueron las últimas de la temporada

las que indicaban el signo, para él,

de que el año cerraba su ciclo.

 

Toda suerte de formas

-estrellas, cálices, campanas...-,

un prodigio de la vida orgánica,

brotan ahora entre la hierba nueva,

de color esmeralda de los prados

y las laderas de las montañas,

llenando el aire soleado de olores y colores:

macizos de glicinias y pensamientos silvestres,

belloritas, margaritas,

prímulas rojas y amarillas...

 

Todas tomadas de la mano

de matemáticos y botánicos en racimo

como los versos de un poema

                                    Elisa R. Bach

25 sept 2011

Si vais al cine...

En  el  periódico "La Voz de Galicia" de ayer (viernes), hay una curiosa noticia sobre la polémica película "El árbol de la vida". Dice así:

Unos cines catalanes regalan otra entrada al público que abandone la proyección del filme de Terrence Malick .

Explican lo siguiente: El director de esta película, es admirable para unos y exasperante para otros. Si descubre estar entre los segundos, le recordamos que en nuestros cines, si no le gusta su película y sale antes de 30 minutos desde su inicio, le daremos gratuitamente una entrada para cualquier otro título. Le rogamos que procure no hacer ruido al salir.

Todo un detalle...

Marta (Santiago de Compostela)