22 dic 2011

BARCELONA NACIÓ CON LOS GRANADOS (Cap. 8)

Capítulo 8

 

·         Insuficiencia respiratoria

              OXIGENO 30 CH (200 CH)

 

Te faltó el Oxígeno 30 CH1

 

Comenzaba el verano,

como monjas tempraneras las golondrinas

alzaban sus tocas blancas y negras

y tú querías irte.

 

Me parecía imposible que tu cuerpo

a pesar de la luz del sol, quisiera reposo

y olvidara la ternura de aquellos días.

 

Porque todo era bello

cuando tú estabas entre nosotros,

y ahora sólo podríamos llevarte flores

y decirte adiós con música o con poemas

y revivirte entre sueños y alegrías.

 

Era un día de verano y tú querías irte.

Sobre la mesa había una chichonera2,

en la que guardabas los huevos de zurcir;

redonda y de ligero mimbre que tú

docta cigüeña, tan algebraica,

habías construido sacándole a las tardes

la raíz cuadrada.

 

Era un día tan bonito que la tristeza

nunca habría podido enamorarte.

Tan dulce era, que no podías saber

que el oxígeno te negaba la belleza

que los mismos dioses y los gorriones

te habían olvidado

porque las migajas

que se secaban en la ventana

apenas si daban para una mirada.

                                             Elisa R. Bach

 

(1)      Medicamento homeopático

(2)      La chichonera era una especie de casco hecho de mimbre que protegía la cabeza de los niños. Era redondo como un neumático de coche. Cuando los niños se hacían mayores se reutilizaba como cesto de costura.

 

Con frecuencia, mientras miraba la calidad de una estructura de gafas, me la imaginaba dotada de unos lentes con los que podías ver el futuro, pero poniéndolos del revés pudieras ver el pasado. Hubo un día que esa sensación era tan fuerte como la realidad: mirando las gafas del revés "vi"

a mi madre bajando del autobús jadeante, roja la cara y tambaleándose. Se tumbó en el suelo con una sensación de mareo como nunca antes lo había sentido.

 

En un último segundo de lucidez debió pasar por su pensamiento la sospecha de lo que estaba ocurriendo: mientras abría la boca para inspirar la última bocanada de aire, debió pensar en todos nosotros. Debió pensar que siempre hizo todo lo posible por aceptar la vida y de la misma manera se dispuso a dar el paso final, a pesar de la rapidez que su conciencia estaba pasando el umbral que conduce al Inframundo. Con una cierta sonrisa debió de aceptar el desenlace. No fue una maldición porque su sufrimiento fue mínimo. Todo pasó como si en unos pocos segundos todo el mar de sufrimientos en el que había vivido se hubiera apaciguado.

 

En aquellos días yo trabaja en la Editorial Salvat de correctora. Era un trabajo muy bien remunerado. Nos pagaban a razón de 50 Pesetas/hora. El trabajo consistía en leer atenta y alfabéticamente una enciclopedia tras otra, anotando en una ficha cualquier falta o errata. Trabajando diez o doce horas los sábado y otras tantas los domingos ganaba suficiente para pagarme la pensión de la Calle Joaquim Costa y mi manutención. Ganar mil pesetas a la semana cuando un obrero normal ganaba ochocientas cincuenta pesetas al mes da idea del nivel de vida de los afortunados que trabajaban en aquella época en la Editorial.

 

Por mis manos pasaron todas las sílabas, una por una de tres enciclopedias famosas en aquellos momentos. Yo siempre estuve orgullosa de la corrección "Salvat 4" y "Vector 1" (enciclopedias que se publicaban por fasículos) y "Universitas" una enciclopedia de pretendida calidad divulgativa, plagada de conceptos rancios y "demodés". El trabajo era aburrido, pero allí conocí a gente como Marco que estaba metido en política hasta el cuello y que luego participaría en la Asamblea Constituyente de lo que fue el SDEUB (Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona) y Carles Urritz autor de la traducción al catalán de la famosa novela La Catedral del Mar. Él fue el corrector de ese título transformándolo en la Iglesia del Mar.

 

Cuando aquella insuficiencia respiratoria acabó con la vida de mi madre, ya hacía tiempo que no me hablaba con mi hermano. A partir de un momento de su vida (hacia los veinte años) mi hermano desapareció prácticamente de nuestra casa. Se había ido a vivir con una mujer bastante mayor que él, por eso cuando lo volví a ver en el entierro de nuestra madre, apenas lo reconocí. Sin pelo y con unos diez kilos de más su figura ya no me era familiar.

 

Mi hermana, a pesar de los novios que tuvo, siempre había reservado algunos momentos para visitarme cuando aún estaba yo en casa y posteriormente en la pensión. Estudió ATS para acabar pronto la fase estudiantil y se casó con uno de esos locos simpáticos de la época que bebía güisquis los sábados por la noche en la Pla Real y escuchaba música de jazz en el Jamboree; trucaba el motor de cualquier seiscientos que le pusieran en sus manos y bailaba de vez en cuando en el San Carlos al ritmo de "Los Sirex" y "Los Brincos". El "Bocaccio" era demasiado finolis para él.

 

Mi hermana tuvo con Toni un hijo que nació con una dificultad digestiva de forma que su vida no fue viable, muriendo a los seis meses. Tuvo luego dos niñas más antes de que Toni se estrellase con uno de sus coches trucados. Al verse viuda, entró a trabajar en la Residencia Generalísimo Franco (posteriormente, Residencia del Valle de Hebrón), reanudó los estudios de medicina, pero al licenciarse no abandonó su plaza de ATS. No podía renunciar a un sueldo doble del que le ofrecían como médico. Cuando vine a París perdimos el contacto. Desde entonces no he vuelto a saber de ella. A través de alguien que no recuerdo exactamente quién fue, me enteré que se casó por segunda vez con Eduardo, "un señor que vendía pianos". Pero no tardó en separarse de él porque maltrataba a las niñas.

 

Sé que tengo una prima, Cinta, que se casó con un muchacho francés y se fue a vivir con a Tours. Nuria era una de los cuatros hermanos, hijos de mi tío Pedro (primo de mi madre), gran ególatra, cantante de ópera frustrado. Narcisa, hermana de Cinta, gran aficionada a la natación se suicidó, el hermano pequeño, Pablo, cayó de un balcón y su inteligencia quedó mermada en gran parte, pero sobrevivió; y, Carmen, la mayor, hizo unos cursos de contabilidad y se colocó en las oficinas de la Hispano Olivetti y desde entonces nada he sabido de ella.

 

El resto de familia por parte de mi madre, a excepción de mi tía Pilar (su hermana), hermanos, primos, tíos, etc. vivían distribuidos entre Alicante, Valencia y Mallorca y nadie les avisó de su muerte. Mi tía Pilar era la única que nos visitaba regularmente mientras fuimos niños y siempre nos traía algún regalo: un duro de plata, una harmónica, un pañuelo o simplemente alguna tableta de chocolate que obtenía del Hotel Ritz donde trabajaba en la lavandería. Se mantuvo soltera con un novio que era casado hasta que éste enviudó. Se casó finalmente con él y tuvo un hijo al que sólo habré visto media docena de veces. Las hijas de él – veinte años mayores que el niño- lo recibieron con mucho cariño.

 

Ramón, hermano de mi madre, siguió la saga marinera y llegó a ser Capitán de la Marina Mercante. Estuvo siempre destinado en Cartagena y no lo llegué a conocer. De él sólo sé que se casó y no tuvo hijos.

 

En Denia una prima de mi madre tenía una peluquería que era muy divertida, pero no pensaba en otra cosa que en ganar dinero. Se casó a la edad de 45 años con un director de un banco creyendo que por lo menos alguna pequeña parte del banco era suya porque le enseñó unos papeles haciéndose pasar por accionista del Banco. Pero una tía suya, Rosita –ignoro el grado de parentesco que yo tenía con ella-, se casó a los sesenta años con un labrador y vinieron a hospedarse a casa en su viaje de novios.

 

Otro primo de mi madre, José, parecía el rico de la familia. Fumaba puros todos los días y tenía una hija simpatiquísima, que debía ser también prima mía. José montó la primera fábrica de juguetes de Denía. Eran juguetes de plástico inyectado. ¿Quién hubiera podido decirme que yo sería una experta en control de calidad de toda clase de piezas mecanizadas y/o moldeadas por inyección a presión?

 

Por la parte de mi padre la familia también era numerosa. Mi padre era el número once de doce hermanos. El número doce emigró al Canadá y nunca llegué a conocerlo; al parecer murió de tuberculosis. Entre los doce, cuatro eran mujeres: María que se hizo monja, Margarita que se casó con un tal Ricardo que presumía de ser una persona adinerada y finalmente resultó ser un pobretón sin ganas de trabajar, Concepción, la mayor, que se desvivía por ayudar a todos los hermanos y Carmen que se casó con un oficial de la Guardia Civil teniendo siempre domicilios diversos; el último fue en Castellón.

 

Los hermanos de mi padre se llevaban muchos años entre ellos. El mayor de todos, Carlos, se colocó a trabajar de funcionario en los Juzgados de Barcelona. Murió siendo yo muy niña al caerse bajando de un tranvía. Con la pelvis rota llegó por su propio pié a casa y al enfriarse la cadera falleció. Manuel se casó con una maestra de escuela de Viladecans y era enemiga del trato social con la familia de mi padre; tuvieron dos hijos (primos hermanos míos), Fernando y Alicia.

 

Nunca tuve trato con ellos, pero llegué a saber que Manuel, de oficio zapatero remendón, era el que reparaba el calzado que sus hermanos menores destrozaban jugando a fútbol. Cuando se jubiló, dejó el taller donde había trabajado toda su vida y desde aquel momento empezó a ganar el dinero a espuertas haciendo calzado a medida por encargo.

 

 Otro de los hermanos, Juan, se casó con una mujer adinerada y tuvo con ella dos hijos Miguel que se hizo músico y emigró a Finlandia y Carlos, que se dedicó siempre al comercio (su mujer Inés tampoco quería saber nada del resto de la familia).

 

Desconocía cuántos primos y primas tenía y que según mi hermano se contaban por docenas. Al entierro de mi madre no acudió nadie. La enterramos en el Cementerio de Collserola y a la ceremonia vinieron sólo mis hermanos y algunos pocos amigos de la Facultad.

 

Con una familia como la mía, las dificultades nacían por todos lados, pero Yvette me ha enseñado que la risa, junto con el sueño y la esperanza son, probablemente, tres cosas que el cielo ha concedido al ser humano como contrapeso a las penalidades de la vida. La distancia entre todos mis familiares y yo era tal que nunca me sentí ligada a ellos. Ahora, por primera vez en mi vida siento que con Ivette he empezado a tener una familia.

 

Yo ya sabía que soñar de noche o, quizás mejor, a pleno día y bien despierta, me ayudaba a proyectarme hacia tiempos mejores, es decir, más complacientes en el orden material y también en el orden espiritual y me suavizaba el alma, pero Yvette me enseñó a vincularlo a la esperanza. Por eso cuando estaba gravemente herida a consecuencia de aquel desgraciado accidente provocado por la rabia y la humillación yo sabía que se recuperaría porque lo soñaba de noche en casa y de día junto a su lecho en el hospital. 

 

A menudo cuanto más absorta estaba en mi pasado, el sonido de una sirena me sacaba de mis pensamientos y mis recuerdos volvían a desaparecer. Era la hora de la comida. Normalmente íbamos varios compañeros a un restaurant tres calles más debajo de la fábrica. Los trabajadores y empleados íbamos a comer por turnos. El primero de 12.00 h. a 13.00 h. y el segundo de 13.00 h. a 14.00. Yvette y yo comíamos en turnos diferentes para evitar ir juntas. Casi siempre me acompañaban Bebert y Claude su mujer.

 

Bebert, que en realidad se llamaba Robert, era un mecánico ajustador, que estaba acomplejado por su corta estatura y por las gruesas lentes de una miopía de alta graduación. De unos cincuenta años se había casado recientemente con Claude, una hija de campesinos, que no había salido nunca de Bernais. Cuando se conocieron Claude sólo pensaba en marchar a París; y, no pasó mucho tiempo en arrepentirse de su matrimonio. Bebert la vigilaba constantemente. Sus celos se hacían patentes en cualquier conversación que Claude mantuviera con algún compañero, por eso le tranquilizaba que yo fuera a comer con ellos cada día.  

 

Claude tenía el tipo de una diosa, pero su cara de pómulos hundidos y su prognatismo exagerado de la mandíbula inferior junto a un carácter soso y conversaciones triviales y/o superficiales mantenían a raya a todos los compañeros del taller. Cierto día, me pidió que la acompañara al banco a hacer unos ingresos de dinero. A las doce en punto cogimos el 2 CV de Claude y fuimos al Banque du Comerc. En cinco minutos salíamos del banco hechas ya las gestiones.

 

Al subir al coche Claude me puso su mano sobre mi rodilla. Sus ojos le brillaban y los párpados superiores parecían haberse aflojado. Acerqué mis labios a los suyos y su lengua resbaló sobre la mía. Le introduje dos dedos en su vagina mientras que con el pulgar acariciaba su enorme clítoris. Le asaltaron múltiples orgasmos. La técnica empleada por Yvette daba buenos resultados no sólo conmigo. Comimos apresuradamente en diez minutos un plato combinado para estar de regreso justo a la una de la tarde para reanudar nuestras tareas.   

 

21 dic 2011

AMPLIACIÓN DE NUESTRO BOTIQUÍN DE URGENCIAS

                                 BOTIQUIN

Medicamentos homeopáticos de urgencia para el viajero

 

 

·         ACONITUM 9 CH: fiebre. Estados febriles iniciales. Instalación brutal, súbita, después de un enfriamiento; por golpe de aire seco; sin sudores. Agitación y ansiedad. Neuralgia facial. Aconitum es el agudo de Sulfur. Debilidad cardiaca. Manos y pies fríos.

 

·         ACTEA RACEMOSA 9 CH: Dolor de cervicales. Empeora con la llegada de la regla. A más regla, peor se encuentra. Persona parlanchina.

 

·         ALFALFA 4 DH: En caso de deshidratación 4 gránulos cada 5 minutos.

 

·         ALLIUM CEPA 5 CH: Rinitis. Conjuntivitis. Tos.

 

·         ALOE SOCCOTRINA 15 CH: Diarrea

 

·         ANTIMONIUM CRUDUM 9 CH: indigestión. Remedio de acción gástrica. Lengua blanca, vómitos, náuseas. Erupciones agrias después de una comida abundante. Es el remedio de los glotones sujetos a indigestiones. Contestan a las preguntas casi gruñendo, aunque son muy románticas. Obesidad por exceso de alimentación.

 

·         ANTIMONIUM TARTARICUM 9 CH: Dificultad para expectorar. Sequedad pulmonar.

 

·         APIS 9 CH: inflamación. Se denomina "la cortisona de los homeópatas". Remedio de la inflamación rosada, con dolores punzantes y calor intenso que mejora con el frío. Ausencia de sed. Todo tipo de edemas. Inflamación aguda de la garganta. Edema de Quincke. Picaduras de insectos. Alergia desatada por la presencia de harina (alergia de los panaderos). 

 

·         ARGENTUM NITRICUM 9 CH: Trastornos digestivos y del sistema nervioso. Fobias y miedos (útil en aviones, entre multitudes, etc.). Individuo de facciones hundidas con muchas arrugas en la piel. Deseo compulsivo de chocolate. Rechaza los alimentos fríos. Afonía por inhalación de humo de tabaco.

 

·         ÁRNICA 9 CH: Remedio de traumatismos (físicos y psíquicos); fatiga mental o física. Después de un esfuerzo físico (un partido de tenis,...). Afonía súbita. Hipertensión. Retinopatías agudas.

 

·         ARSENICUM ÁLBUM 9 CH: intoxicación por comer pescado (por comer carne Nux vomica) o hielo. Gastroenteritis, diarreas y vómitos. Es el mejor remedio sin duda de las intoxicaciones alimentarias. Temores nocturnos. Falta de resistencia física o psíquica. Útil en alta montaña.

 

·         AURUM 9 CH: hipertensión y mal humor en reuniones familiares. Preventivo de suicidios.

 

·         BELLADONNA 9 CH: fiebre e inflamación. Inflamación con calor, rubor y dolor. Fiebre alta de 4Oº con sudores y postración. Sed intensa. Gran remedio de la insolación junto con APIS. Útil en trabajadores de parquins.

 

·         BELLIS PERENNIS 15 CH: El mejor medicamento para los traumatismos en el útero y la mama junto con Conium.

 

·         BRYONIA 9 CH: Dolor de rodilla. Dolor por cólico nefrítico. Lumbago. Diarrea al menor movimiento. Anginas.

 

·         CALCAREA CARBONICA 200 CH: Cólico nefrítico.

 

·         CANTHARIS 9 CH: quemaduras. Herpes labialis con flictema. Quemaduras superficiales con ampollas, con síntomas de escozor, picor, ardor, Cistitis y Uretritis. Micción sanguinolenta. Enuresis en la posición de decúbito.

 

·         CAULOPHYLLUM 200 CH: Falta de fuerza al cerrar la mano. Espasmos vaginales con mucho dolor por miedo.

 

·         CAUSTICUM 9 CH: Ampollas en los talones por andar. Afonía. Malestares diversos a las 6 de la tarde.

 

·         COCA 15 CH. Falta de oxígeno. Mal de altura. Insomnio en altitud

 

·         COCCULUS 9 CH: mareos. Remedio del mareo en los transportes con náuseas, cólicos y vómitos y lipotimias que se agrava al aire libre, a diferencia de TABACUM que tiene los mismos síntomas pero mejora al aire libre, y PETROLEUM que se agrava con los olores fuertes de carburantes, per que mejora comiendo algo.

 

·         COLOCYNTHIS 9 CH: Dolor abdominal agudo. Punzadas histéricas en vientre izquierdo que mejoran doblándose por la cintura (derecho: Magnesia phosphor).

 

·         CHAHOMILLA (niños: 9 CH, adultos 200 CH): calmante. Inflamación e hiperestesia. Dolores abdominales por exceso de gases. Agitación extrema con hiperestesia al dolor (cólicos intestinales, dismenorreas y dolores intolerables...). Útil para desintoxicar a personas muy medicalizadas (en diálisis o en postoperatorios p. e.). Es el medicamento infantil más importante (dentición, digestión, nerviosismo, sueño).

 

·         CHINA 9 CH: hidratación. Remedio de las hemorragias de cualquier tipo, como también de las diarreas con mucho gas motivadas por frutas verdes, que contienen restos alimentarios, con gusto amargo y meteorismo abdominal total. Repone las pérdidas de líquidos orgánicos. En 7 CH es útil en la hipotensión. También cura muchos acúfenos y tinitus.

 

o             Combinado con SÉCALE y SABINA en las reglas abundantes.

o             Con ARSENICUM ÁLBUM y VERATRUM ÁLBUM en las diarreas.

o             Con COLCHICUM y LEDUM PALUSTRE en las crisis de gota.

o             Con PHOSPHORUS y MlLLEFOLIUM en las epistaxis.

 

·         DROSERA 9 CH: tos. Quintas de tos sobre todo tumbado en la cama. Tos blanda con vómitos y cianosis. Disnea y espasmo laríngeo.

 

·         EUPATORIUM 9 CH: Gripe. Dolor de huesos. Virus intestinales. Dolor de cabeza y dolores oculares.

 

·         EJE CORTICO-HIPOTALAMICO 7 CH: Angustia, preocupación, ansiedad. 4 gránulos cada 5 minutos (4 tomas)

 

·         EUPHRASIA 9 CH: Conjuntivitis.

 

·         GELSEMIUM 9 CH: Gripe. tranquilizante. Nerviosismo, miedo, trac ante un acontecimiento importante. Se acompaña de poliuria, diarrea y temblores. Miedo a volar o a los exámenes usar en 30 CH.

 

·         FERRUM PHOSPHORICUM 9 CH: Antiinflamatorio menos grave. Dolor en el hombro izquierdo. Escolares con dolor de cabeza.

 

·         HEPAR SULFUR 9 CH: inflamación y supuración. Inflamación dolorosa al menor contacto, sobre todo al frío, con supuración de instalación brutal. Tos dolorosa perruna. Conjuntivitis. Laringitis aguda a frigore dolorosa. A emplear en dilución alta (15-3O CH) si es aguda, súbita. Después de una extracción dental. En individuos que siempre llevan la contraria 200 CH y/o juegan con cerillas o con fuego.

 

·         HYPERICUM PERFORATUM 9 CH: Dolor de lugares ricos en nervios. Aplastamiento de nervios (ciática, herpes doloroso). Tétanos. Lésiones en médula espinal. Pinzamientos y dolores neurágicos (corren por los nervios).

 

·         IPECA 9 CH: tos y vómitos. Tos coqueluchoide en quintas con náuseas y vómitos. Lengua limpia. Asma infantil con grillera. Náuseas de origen digestivo. También eficaz en hemorragias, pequeñas o grandes, con sangre roja viva brillante.

 

·         IGNATIA 30 CH: Sensación de ahogo con una bola en la garganta. Pérdida de una persona querida. Se ahoga en un lugar con humo de tabaco.

 

·         KALIUM CARBONICUM 200 CH: Dolor de espalda, debilidad y sudoración (en la tercera edad). Meteorismo en la parte alta del abdomen.

 

·         LACHESIS 9 CH: Laringitis. Problemas psíquicos en la menopausia. Mejora con la regla. Celos. Alcoholismo.

 

·        LACHNANTES 7 CH: Tortículis. Dolor de cervicales

 

·        LEDUM PALUSTRE 9 CH: Picaduras de medusas e insectos. Traumatismos con objetos punzantes. Puñetazo en un ojo.

 

·        LUESINUM 15 CH: Insomnio de noches en blanco.

 

·        LYCOPODIUM 9 CH: Problemas digestivos. Es el medicamento de las convenciones. Bodas, bautizos, cumpleaños. Meteorismo en la parte baja del abdomen.

 

·        MERCURIUS SOLUBILIS 9 CH: inflamación y supuración. Es uno de los grandes remedios de acción general, utilizado tanto en agudo como en crónico. Y figura en primer escalafón de las enfermedades infecciosas del niño (rinofaringitis, anginas que afectan al oido o síndromes alergo-infecciosos respiratorios (bronquitis asmatiformes). Le agrava el frío, el calor y los cambios de temperatura. Sudoración abundante. Halitosis. Colon irritable.

 

·         NATRUM CARBONICUM 200 CH: Debilidad en tobillos y muñecas. Dolor en el primer metacarpiano (por agotamiento en una escalada).
 
·         NUX VÓMICA 9 CH: indigestión. Síndromes gástricos y digestivos por abuso de alimentos, alcohol, medicamentos, tabaco... Remedio de nuestro tiempo, de los excesos, del sedentarismo activo, de la precipitación, de la impaciencia, del estrés. Lengua sucia blanca, meteorismo gástrico, nauseas, vómitos, colon irritable.

 

·        OPIUM 15 CH: Para recuperarse de un coma o para prevenirlo (por alcohol, operación o intoxicación por inhalación de gases). Estreñimiento postoperatorio. Atonía física y psíquica después de un disgusto (estupor) Somnolencia. Delirium tremens. Glaucoma.

 

·        PHOSPHORICUM ACIDUM 9 CH: Diarreas sin debilitamiento. Astenia en personas que han crecido rápidamente. Agotamiento por estudio. Abandono de los estudios por agotamiento con caída del cabello (200 CH)

 

·         PHOSPHORUS 9 CH: Hemorragias. Miedo al dentista.

 

·         PHYTOLACCA 9 CH: Anginas de color granate. Otitis media. Aprieta los dientes. Mastosis. Anginas de color granatoso.

 

·         PULSATILLA 9 CH: Mucosidad abundante. Manos y pies fríos.

 

·         PYROGENIUM 9 CH: infección. Conocido como "el antibiótico de los homeópatas" es el remedio de los estados infecciosos sépticos con falta de reacción. También se utiliza en caso de intoxicación alimentaria junto con ARSENICUM ALBUM. Empezar con una dilución alta 15 CH. Es característico el pulso débil con fiebre alta o viceversa.

 

·        RHUS TOXICODENDRON 9 CH: dolores musculares y articulares. Afectación articular, sobre músculos y tendones. Con rigidez dolorosa a la inmovilidad (mejora con el movimiento). Torceduras, esguinces, tendinitis... que tengan esta modalidad.

 

·         SAMBUCUS 9 CH: tos. Tos brusca con disnea intensa, tos laríngea en quintas, tos seca.

 

·         SENNA 5 CH: Subida brusca de acetona en los niños por abuso en la ingestión de frutas.
 

·         SEPIA 200 CH: Rigidez de la espalda y nuca. Dolor de luxación de las caderas (derecha). Preventivo del aborto del 5º mes al 7º. Excoriación de la vulva y entre los muslos. Orina muy ofensiva. Hinchazón hidrotópica del abdomen. Chorros de orina cuando tose.

 

·         SILICEA 9 CH: Problemas pulmonares. Supuración. Bartolinitis aguda.

 

·         STAPHISAGRIA 9 CH: Heridas con cortes limpios como con un cuchillo o bisturí. En 200 CH ante una humillación.

 

·         SULPHUR 9 CH: Ingesta excesiva de farináceos y/o huevos. Dolor agudo en varices. Dolor de trigémino.

 

·         VENA 4 CH: Arteriopatías (Claudicación intermitente, calambres en las piernas andando, nadando o en la cama) 4 gránulos cada 5 minutos hasta la recuperación.

 

·         VERATRUM ÁLBUM 9 CH: diarrea. Diarrea imperiosa súbita con sudores fríos, deshidratación aguda por pérdida liquida. Síncope después de la deposición, y un estado de extrema debilidad, con frío notable de todo el cuerpo.

 

·         ZINCUM METALLICUM 200 CH: Gran calmante de los nervios.

POSOLOGIA: En las diluciones bajas se puede administrar 1 gránulo 3 veces al día durante varios días si es necesario. En las diluciones altas basta con una dosis única de 8 gránulos. En las diluciones muy bajas se puede administrar el medicamento varias veces cada 5 o 10 minutos.