29 jul 2011

Elisa nos envia el poema "Hacia la Escuela"

Hacia la escuela

 

Después de tres días de Tramontana,

todo en Cadaqués era comienzo y juventud,

La mar era un espejo azul

de aguas cristalinas que querían mostrarnos

los secretos de los fondos no explorados.

 

Aún aturdida, con el ruido del viento

de toda la noche insomne, miraba

asombrada y contenta al ver
que las rocas escurrían
sus últimas lágrimas saladas

y el sol las calentaba poco a poco.

 

La playa olía a sal y a pescado frito

que un grupo de mujeres había colocado

sobre las brasas de un fuego madrugador.

Aquel humo era tan humano como

todo lo que ahora, después de tantos años,

queda en mi memoria, limpia

de terribles tormentas casi olvidadas.

 

La voz de mi hermana

me sacó de mi ensimismamiento

y los demás niños

que iban camino del colegio

aparecieron, como por encanto,

ante mis ojos,

aunque el mundo siguiera girando

por encima

de mis trenzas recién hechas. 

 

Me levanté.

Abandoné el rincón soleado

donde sin saber por qué

había permanecido, en cuclillas,

durante algunos minutos.

Entre los vapores de agua

que se levantaban de las calles

me uní al destino de todos los niños.

La puerta de la escuela

me pareció enorme.

                                  Elisa R. Bach

Sobre los gemelos pintores

 

"…El martes leí el capítulo 9- Gemelos pintores- y la primera lectura me resultó muy agradable. El poema, con ecos de la  Kiefholztrasse y la zona de  Friedenau en Berlín y de la Rive Droite de París, es precioso; me ha gustado mucho la comparación de partes duras de la vida con regiones a las que no llega el sonido de las campanas.

El relato en prosa es muy tierno y también muy poética la descripción de Pulsatilla. Con la información que ha enviado Leo P. Hermes, al leer por segunda vez el capítulo, he observado nuevos aspectos que son muy interesantes. En este sentido me ha sorprendido que sea la condición social, y no la genética, la que impone a los gemelos pintores un aprendizaje tan rápido…" Santiago.

"… Muy profundo el poema y precioso…" Pilar de Murcia

 

"…Con el capítulo de la Bahía de Cadiz me perdí, ahora voy entendiendo un poco más esa extraña trama de poemas mezclada con inquietantes capítulos de no sé qué historia…" "…A pesar de todo parece que será interesante seguir "esa novela…" Isabel de BCN

28 jul 2011

Los niños gemelos pintores y la profesión de Elisa

Hola a todos/as

Si es apasionante observar el desarrollo de un niño, ver cómo crece física e intelectualmente, cómo se esfuerza en adaptarse a su mundo, lo es mucho más cuando ese niño despliega todo su potencial a una velocidad de vértigo.

En el caso particular de los gemelos pintores Elisa nos hace constatar que la necesidad de aprendizaje rápido en niños que sus padres son muy mayores no corresponde a una herencia genética, sino a una necesidad social de esos niños por situarse en su mundo (que en breve dejará de ser el nuestro).

En este capítulo 9 de "Niños a la deriva" se define ya en que consiste la actividad de Elisa a la cual ha accedido por ser madre muy tardíamente, por no hablar del padre que según las cuentas de Ella misma podría tener como unos 15 años más que ella. Sus estudios de Biología habría inclinado la balanza para que "Las Autoridades" tomaran la decisión de contratarla.

Este capítulo de Niños a la Deriva que se sube a la web www. homeo-psycho.de cada semana se avanza un poco en el "tempo" de la novela para ir desvelando poco a poco la trama en la que Elisa hábilmente nos va introduciendo en un mundo verdaderamente apasionante que es el de la longevidad humana.

                                                                                           Leo P. Hermes                                                                     

27 jul 2011

Elisa cree que el amor más fuerte es el anhelado

El amor anhelado

 

¿A quién explicarle que mis demonios

se conjuran y me obligan a escribir?

 

No podría vivir sin escribir, sin explicar

que a menudo sobre mis oídos

una dulce melodía,

que acompaña siempre a la imagen

de los Coros de los Ángeles,

me impide ver todo aquello

que flota como nubes blancas

delante de mis ojos a excepción

de dos maravillosos puntos magenta.

 

¿Quién me hubiera oído

si yo hubiera gritado en momentos

en que desde el Círculo de los Tronos

ya habías decidido

lanzarme al Inframundo

despojado de mis sandalias aladas?

 

Me lavé los pies

con  mis propias lágrimas

y mis demonios se expandieron

por los espacios interestelares

como una gigante roja

quemando el poco oxígeno

que aún conservaba de tus besos.

 

Como en una alegoría

que no me abandona nunca

los dos rubíes que durante meses

mi lengua limpió de impurezas

como un privilegio, siguen brillando

como púlsares lejanos.

                              

En mitad de la noche,

los demonios de esta noche,

montados sobre el viento

lleno de espacio vacío,

me muerden el rostro

y sólo me consuela saber

que existes mi amor,

aunque sólo sea

como amor anhelado.

                        Elisa R. Bach

26 jul 2011

Elisa escribe bajo los olivos de la Riviera

La horizontalidad bajo los olivos

 

Mejor es dormir apaisadamente

en decúbito supino

como el mar, o sentada

bajo un olivo con raíces hondas

en tierra, sorbiendo minerales

y amor materno,

refloreciendo de año en año,

y reluciente, despertar

bajo el éter fresco y azul.

 

Y sin embargo un geotropismo

nos obliga a la efímera verticalidad.

Comparado conmigo es inmortal

el árbol, y las flores más audaces:

querría la edad de uno,

la temeridad de las otras.

 

En noches como esta,

en luz infinitésima de estrellas,

árboles y flores

han esparcido su frescura silente.

Yo entre ellos sueño, no me ven;

cuando duermo a veces pienso

que soy su hermana más que nunca:

mi mente se relaja.

Resulta más normal, echada. El cielo

y yo trabamos conversación abierta;

y, así olivo y romero me acarician

con su aroma y me ven.

                           Elisa R. Bach

24 jul 2011

El caso de los niños gemelos pintores

Hola a todos/as
 
Por alguna razón que desconocemos no se ha subido aún a la web www.homeo-psycho.de , como es costumbre en sábado, el capítulo 9 de "Niños a la deriva". Esperemos que se pueda subir lo antes posible.
 
En ese Capítulo Elisa expone el caso de dos niños gemelos con idéntica afición (o cualidad prematura). No se trata de dos niños gemelos monozigóticos porque son de diferente sexo, de lo cual Elia supone como hipótesis que la afición a la pintura no procede de un programa genético sino de una situación sociológica.
 
                                                                                                          Leo P. Hermes