· Hipotensión
CHINA 7 CH
HEMATITA 8 DH
Dejé atrás el delirio y las raíces
de las olas y vuelo gris, perdida,
al fondo de lo amargo, entre islas
supuestamente de coral,
· Hipotensión
CHINA 7 CH
HEMATITA 8 DH
Dejé atrás el delirio y las raíces
de las olas y vuelo gris, perdida,
al fondo de lo amargo, entre islas
supuestamente de coral,
MANUAL DE LA SOLEDAD
Introducción a La Soledad
El último invierno me dejó
el alma helada, herida,
escondida bajo una piel nueva
y un silencio cruel en la casa
que debía abandonar.
Sin flores marchitas,
sin discos ajenos que devolver,
con botellas a medias
en la cocina y la nevera vacía,
y mil proyectos destruídos
me invadía la tristeza.
……………………………………………….
……………………………………………….
Elisa R. Bach
Nota: Si te interesa el resto de los contenidos
del MANUAL DE LA SOLEDAD envia un mensaje
con la palabra INTERESA a johannboss@gmail.com
Esas notas de una música que resbala
como la respiración de las estatuas
junto a lágrimas sueltas,
-secadas con el dorso de la mano-
tienen detrás suyo números que
las transportan sobre figuras redondas.
Parecen versos que caen al alma
como a la hierba el rocío;
blancas y negras, como potencias de dos
luchan por llegar al centro del "tempo"
como en una partida de ajedrez:
CÓMO SE ENCIENDE UNA MUJER
Tres mujeres distintas
• SEPIA C200: Una dosis única mensual.
La depresión de Sepia
El gas carbónico brota de sus ojos,
junto a los secos lagrimales,
escuece como el vinagre
sobre heridas que no cicatrizan.
Agotadas ya las lágrimas,
las sustituye, inútilmente
por otras artificiales.
Caen sus párpados
como su rictus ya de por sí triste
Barcelona nació con los granados
Barcelona nació con los granados,
entre alegres flores fucsias
como una granada de astros.
Corrían los tiempos que
caballos de madera y elefantes
ganaban batallas y daban vida.
El delta del Llobregat procuraba
reposo, agua y terrazas sobre el mar
DIEZ ANTIGUOS FRAGMENTOS
Hubo un tiempo en que creíste
que estos fragmentos podían ofrecerse
como trabajo preparatorio de algo más coherente,
más articulado. Ese tiempo pasó
y estas frases son, por el contrario,
las ruinas de un edificio aún inexistente.
Elisa R. Bach
I
Te llamo por teléfono
y tú no contestas.
Te imagino en el Camino
el viento cálido te empuja
y alargas una mano
indolentemente
para que el tacto del sol
se extienda por tu piel
con el gozo del azul
y te abrace, brillante,
el mediodía.
Entretanto te llamo por teléfono
y tú no contestas.
Presiento el desnudo latido
donde el corazón te resuena
BORRAR LAS HUELLAS
Pensaste fugazmente
qué injusta puedes ser contigo misma:
la suya no era una sonrisa
que debiera esconderse,
aunque fuera para estar
en este o aquel pensamiento.
Una esquiva sonrisa
no es como al sentir de reojo
el salto repentino de una urraca
LA SOLEDAD DE LA ZARINA
Corrían los tiempos en que el ferrocarril
prometía milagros y los astros se conjuraban
contra esa soberbia humana
que no ceja en su empeño:
escalar en el aire para derribar la luna y
bombardear a los humildes con excrementos.
De origen alemán fuiste escogida,
LA SOLEDAD DEL PEQUEÑO ZAR
Solo, en una lujosa habitación,
impregnando la mosquitera
del aroma frío y pegajoso de tu sudor.
En tu mesita de noche, las peras
explotaban de zumo venenoso
sazonadas con calor y sin esperanza servidas,
rechazadas por tu alma desamparada.
Las visitas se iban reduciendo
al mismo ritmo que los depósitos de tu sangre;
te sentías ya desahuciado
como caballo viejo y abandonado
como cadáver aún caliente
que oye campanas tocando
LA SOLEDAD DE RASPUTÍN
La soledad no monta a caballo;
es su enemiga: galopa más rápida
por playas, autopistas y áridas planicies.
Cantó por boca de Rasputín, gritos
o silbidos a lomos del viento.
Su soledad sonaba en su fusta:
con arsénico en las venas y
la sangre desbordándose por los ojos,
galopar de caballo y corazón
eran uno sólo. Su hambre de sexo,
el ruido de los cascos,
el chirriar de las cicatrices de sus manos,
el polvo blanco, desprendiéndose
de cejas y barba, su voz de solitario
con el labio belfo apretado,
las narinas impregnadas de heno
EL FUTURO PUEDE SER MEJOR
Los diarios insisten:
Los panoramas –dicen- ya no son
lo que eran. Pitágoras (y su teorema)
lleva muerto mucho tiempo
y está prohibido circular por la izquierda
excepto en el aún soldado Reino Unido.
El asunto de las Islas Malvinas
trae de cabeza a políticos y funcionarios;
quieren distraer la atención,
se discute el origen de su nombre
(del francés Malouines de St. Maló),
se oculta su futuro con negro petróleo.
Se insiste en que la energía nuclear
es barata,
pero está arruinando la Naturaleza,
por el momento.
En cuanto a ti, te alojas junto a hojas,
hojas que se desprenden de árboles
meláncólicos en el otoño mediterráneo
ahorrando energía como los osos en invierno.
Te refugias tras las blancas paredes,
relucientes y claras cuando sale el sol.
Lo que está en el pasado está abajo, enterrado
como la noche estival de los grillos.
Aunque también está arriba lo que está
en el pasado
tan cierto como las brasas que antiguamente
fueron estrellas
que jugaban con los ángeles.
Tu futuro probablemente brincará
sobre las nubes –bahías del cielo-,
abrillantadas, con visos de azul
muy diferente del panorama de lo desesperado:
Descartes aún está vivo.
Dudó –como tú- de todo, a veces entre lágrimas,
pero descubrió que no podía dudar
de que estaba dudando. Toda mi vida estuvo
–dijo ya cargado de años – plagada de desgracias;
la mayoría de las cuales
no sucedieron nunca.
Elisa R. Bach
En estos momentos en la web www.homeo-psycho.de el cap. 48 de NIÑOS A LA DERIVA
Capítulo 16. Tinta de sepia
¿Tan difícil es vivir?
Huiste despavorido
cuando entre los acantilados
te pregunté
Mi amor, ¿tan difícil es vivir?
-parafraseando un verso de Virgilio-,
creí que ibas a suicidarte.
Tu médico te ha dicho que
aspires el aroma de la lavanda,
que pasees bajo los tilos
y que no comas manzanas
que puedan estropear tu humor.
¿Prefieres la cicuta
antes que cumplir la obligación
de mirar el horizonte pintado
con nubes de algodón y frescos?
¿Es demasiado pedir
que duermas bajo mi sábana
de nardos, narcisos y violetas?
Si no tienes valor
para seguir adelante
por el dulce camino de los granados
abarrotados de flores fucsias,
lánzate al mar
y que los delfines se repartan tu cuerpo.
Desobedece a los cantos de sirena
que te impiden atravesar
el huso horario de tu mundo.
Si aún crees que te falta valor
para que el mar del que saliste
te engulla para alimentar a sus algas
déjate morir, como Adriano,
de inapetencia de poder
-terrenal y celestial.
Pero si aún te queda algo de sal
en tu corazón deshilváname
con tus dientes y vuelve a empezar.
Si necesitas ayuda, pídemela
y te daré una gota de mi negra tinta,
lanzaré mi aliento en tu boca
y mis manos se hundirán en tu espalda.
Te abriré los ojos a la horizontalidad,
tus hombros recuperarán tersura,
tu piel volverá a absorber la luz
y el oxígeno de mis pulmones
y la vida rebrotará como en primavera
llenando tus sueños de lunas. Elisa R. Bach
La mañana de un hospital es un decorado muy diferente. Ruido y pasos continuos. Griterío de familiares y trasiego de enfermeras. Carlos y tú solos con su madre. Paradoja y desconcierto, libertad y guía, caballo y timón. No es fácil de imaginar que el día del primer parto, del primer hijo, una mujer tiene por acompañante, en la habitación del hospital para ella sola, la madre del chico con el que cohabitas.
Quizá por eso los tópicos siempre te han provocado indiferencia. La tradición ha forjado un imaginario colectivo a base de repeticiones y aliños que, de tan utilizados, se han oxidado. Por el contrario, la tradición se crea, justamente, para volcarla, para darle la vuelta y hacer crítica lucrativa. La repetición frecuente de unas mismas fórmulas no hace más que manchar páginas o envenenar conversaciones.
Tanto las tipificaciones como los arquetipos responden a la falta de imaginación y, sobre todo, a la sumisión a un código, sistema o programa que ya hace tiempo ha sobrepasado la fecha de caducidad. Javier vive, estable dentro de la gravedad, esta es la única realidad. Administración de insulina, sedantes y ventilación desde el primer cuarto de hora de su vida. El resto es literatura.
Tras las buenas noticias que te dan desde el hospital de Barcelona, Carlos regresa a casa a ducharse y para traerte ropa y libros. Te quedas sola con su madre. La comicidad de la escena ha llegado a su punto álgido. ¿Te han hecho un corte por puro disfrute o has parido el hijo de un hombre concreto? Es posible que el happening haya sido una filmación -el arte por el arte-, el naturalismo sin la conciencia de público; ¿tal vez el parto ha sido grabado o, mejor aún, todo el mundo ha visto en directo todos y cada uno de los instantes y ahora mismo el televidente está retorciéndose de risa desde el sofá de su casa?
¿Entrará alguien que te dirá "inocente", te colgará un recorte de papel de periódico en forma de hombrecito amorfo y te sacará, de una vez por todas, de la bufonada? La realidad supera la ficción, el tópico devuelve como si se negara a desaparecer. Hay situaciones idénticas en las que se prefiere seguir el ritual marcado por la historia en lugar de innovar para distinguirse del resto. Una vez más, la encargada de velar al enfermo, coge una silla, la acerca a la cama del convaleciente, toma una revista y se dispone a ser voyeur de la privacidad de otros. La madre de Carlos es ahora, para ti, una desconocida: preferirías que se fuera.
Hasta aquí, ese es el relato más o menos de lo que debió pasar después del primer parto de Alicia. En los días siguientes algunos negros nubarrones debieron de asomar por el horizonte laboral de Carlos para que Alicia cayera en una depresión que, después de la cuarentena, persistía: No quería comer, la tristeza se instaló en los ojos y en el rictus de los labios que hasta el día del parto siempre sonrieron.
Cierto domingo decidieron los amigos de Alicia y Carlos ir a la Barceloneta a comer un arroz negro. En la mesa todo eran chistes y risas excepto en el corazón de Alicia que seguía con lágrimas en los ojos, la alegría de los demás. Pero, sin saber por qué, después de haber rechazado cualquier alimento, un aroma misterioso le indujo a probar una cucharada de arroz negro del plato de Carlos. Su rostro se iluminó y sonrió. Sus ojos volvieron a ser los mismos de siempre.
………………………….. …………………………. ………………………….. ……………………..
Una gota de tinta de la sepia diluida y agitada enérgicamente en medio litro de agua es uno de los medicamentos más fuertes para contrarrestar la depresión, sobre todo después de un parto, aunque también es eficaz en la depresión de las chicas en momentos de la menarquia (primeras reglas) y en trastornos de mujeres frioleras que han alcanzado la menopausia.
Una xamosa dansa argentada
Si vols veure dansar la mar enmig de reflexes d'argent, hauràs de passar per la Provença Marítima i fer cap a la Costa Blava (Côte d'Azur).
Veuràs que, il·luminada per la daurada llum del sol, coronada pel vol de quatre coloms blancs, la mar dansa la romàntica melodia que l'aire xiula. Mentrestant, la terra verda,frondosa i voluptuosa observa encaterinada com la mar balla.
Quan arribis a la Costa Blava insuflat en el paisatge com un element més. Oblida't de cabòries,embolics i males històries. Allibera la teva ànima de la rutina diària i deixa-la que balli una xamosa dansa argentada juntament amb la mar, la terra il'aire.
Et faig arribar un grapat de fotografies d'una terra marinera, on cada pedra té la seva història,cada glop d'aire la seva melodia i cada gota d'aigua la saviesa d'haver viatjat per tots els mars de la terra, la Costa Blava.
Francesc Estival
TRADUCCIÓN (de Leo P. Hermes):
Una atractiva danza plateada
Si quieres ver danzar el mar en medio de reflejos de plata, deberás pasar por la Provenza Marítima y asomar la cabeza en la Costa Azul.
Verás que, iluminada por la dorada luz del sol, (y,) coronada por el vuelo de cuatro palomas blancas, el mar danza una romántica melodía que el aire silba. Mientras tanto, la tierra verde, frondosa y voluptuosa observa encaprichada como el mar baila.
Cuando llegues a la Costa Azul insuflado en el paisaje como un elemento más, olvídate de preocupaciones, líos y malas historias. Libera tu alma de la rutina diaria y déjala que baile esa atractiva danza plateada (aparejada) con el mar, la tierra y el aire.
Te hago llegar un puñado de fotografías de una tierra marinera, donde cada piedra tiene su historia, cada sorbo de aire su melodía y cada gota de agua la sabiduría de haber viajado por todos los mares de la tierra, (hasta) la Costa Azul.
Francesc Estival
Una xamosa dansa argentada
Si vols veure dansar la mar enmig de reflexes d'argent, hauràs de passar per la Provença Marítima i fer cap a la Costa Blava (Côte d'Azur).
Veuràs que, il·luminada per la daurada llum del sol, coronada pel vol de quatre coloms blancs, la mar dansa la romàntica melodia que l'aire xiula. Mentrestant, la terra verda,frondosa i voluptuosa observa encaterinada com la mar balla.
Quan arribis a la Costa Blava insuflat en el paisatge com un element més. Oblida't de cabòries,embolics i males històries. Allibera la teva ànima de la rutina diària i deixa-la que balli una xamosa dansa argentada juntament amb la mar, la terra il'aire.
Et faig arribar un grapat de fotografies d'una terra marinera, on cada pedra té la seva història,cada glop d'aire la seva melodia i cada gota d'aigua la saviesa d'haver viatjat per tots els mars de la terra, la Costa Blava.
Francesc Estival
TRADUCCIÓN (de Leo P. Hermes):
Una atractiva danza plateada
Si quieres ver danzar el mar en medio de reflejos de plata, deberás pasar por la Provenza Marítima y asomar la cabeza en la Costa Azul.
Verás que, iluminada por la dorada luz del sol, (y,) coronada por el vuelo de cuatro palomas blancas, el mar danza una romántica melodía que el aire silba. Mientras tanto, la tierra verde, frondosa y voluptuosa observa encaprichada como el mar baila.
Cuando llegues a la Costa Azul insuflado en el paisaje como un elemento más, olvídate de preocupaciones, líos y malas historias. Libera tu alma de la rutina diaria y déjala que baile esa atractiva danza plateada (aparejada) con el mar, la tierra y el aire.
Te hago llegar un puñado de fotografías de una tierra marinera, donde cada piedra tiene su historia, cada sorbo de aire su melodía y cada gota de agua la sabiduría de haber viajado por todos los mares de la tierra, (hasta) la Costa Azul.
Francesc Estival
----- Mensaje reenviado -----
De: Francesc Estival <estivilar@gmail.com>
Para: estivilar@yahoo.es
Enviado: Sábado 14 de abril de 2012 9:34
Asunto: Francesc Estival ha compartido un álbum contigo
Francesc Estival te ha invitado a ver una fotografía de su álbum de fotos: Côte d'Azur Setmana Santa 2012
Côte d'Azur Setmana Santa 201206/04/2012 de Francesc EstivalSi tienes problemas para ver este correo electrónico, copia y pega lo siguiente en tu navegador: https://picasaweb.google.com/lh/sredir?uname=estivilar&target=ALBUM&id=5730961208122066913&authkey=Gv1sRgCJDR4suFk8uB6QE&feat=email