10 ago 2013

Camina y conduce con una mano la moto ...

LA SEQUEDAD DE LA SUPERFICIE MARCIANA

 

Estudió mecánica de fluidos,

asignatura hueso por extensa y admiró los escritos de Arquímedes se asombró ante los trabajos de Venturi.

 

Quería conocer

las tormentas de viento solar de la luna; hizo cálculos vectoriales de variable imaginaria y revolvió libros en varias bibliotecas sobre Plutarco.

 

Ahora ¡míralo!

Camina y conduce con una mano la moto, mientras con la otra saluda a transeúntes desconocidos. Está contento: lleva, abrazada, de paquete a su amor.

 

Se les ve paseando junto al mar.

Nada hiere tanto como su música amorosa a personas que se horrorizan al ver tanta cintura con brazo, tanto brazo con querer y, sin embargo, nada hay tan ajeno a su música como él.

 

Las ruedas avanzan silenciosas

bajo las órdenes de un motor de explosión sometido al segundo principio de la termodinámica: produce calor que impregnará su entorno más frío.

 

Que le hablen a él de sequedad

en la superficie marciana mientras atraviesa la mañana sobre su caballo alado. Nada le roza excepto la cara de su amada apoyada en su espalda.

 

                                                                                       Johann R. Bach

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