TE ADMIRO COMPAÑERA
Te admiro compañera.
Te veo encorvada sobre la madera
de una bobina vaciada de su cable a modo de mesa japonesa, redonda, impregnada de su barniz,
como otras muchas noches
en las que lees o escribes… o recortas notas que cuidadosamente archivarás en carpetas azules.
Tu vida es la de una mujer
que poco o nada espera de la vida. Piensas. Sonríes tristemente –te veo- y recoges los pies bajo tus rodillas, sentada en el suelo.
¡Quién supiera transformar la existencia
en el destino íntimo, verdadero, entresoñado!
Te miro desde la sala
y te veo gracias a que no hay puerta que lo impida, la luz de un flexo vierte su vino de oro sobre tu rostro;
tu sien ladeada a un costado,
y entre dientes dices tu canción.
Johann R. Bach
No hay comentarios:
Publicar un comentario