Cincuenta años han sido insuficientas para reconocer mi origen

  ¿FUE MI VIDA UNA NOVELA DE AMOR?

          

¿Recuerdas amor?

Temía perder lo que era. Temía convertirme en una pieza más de la máquina cárcel de cristal de paniaguados.

 

Me protegía con mi propio exceso,

me cobijaba bajo tu amor negándole, en parte, la cualidad de hombre a dios.

 

Mi incipiente nuez de Adán,

grávida como las papadas de los pavos marcaba nuestras diferencias aunque se suavizaban al leer los mismos poemas.

 

¿Recuerdas amor nuestra primera novela?

Sí sí, "Adeu abans d'hora" de Folch i Camarasa. Comencé a leerla en una noche de Mayo… embriagado del olor amenazante, en medio de tinieblas que hacían patente un futuro oscuro

 

Y, sin embargo,

aquellos personajes, apresurados por su amenazada vida se apresuraban a amar como lo más importante. Su ternura hacía que mis lágrimas resbalaran sobre mis mejillas.

 

Miraba los campos aún sin construir

y destinados a ser poblados desde la terraza del número 302 y me preguntaba si debía dejar que todo mi entorno se llenara de hierba antes de tiempo como a la Marta de la novela.

 

¿Recuerdas amor

aquella única bofetada signo de tu pasión?

 

Querías devolverme al mundo real

como la prisa que busca una y otra vez la desaparición en el futuro. Fue tan placentera como una decena de besos. Yo no daba la talla y tú estabas obligada a tomar una decisión…

 

Mi inspiración de hombre incipiente

y la espiración de tu madurez parecieron hacer imposible superar las apariencias y nuestras fluidas caricias perseguían sólo la demora del cambio de una situación a otra.

 

Me sentí como el caballo

de un antiguo coche fúnebre al que se le azotaba con el látigo para conducirlo hasta el cementerio.

 

Cincuenta años -toda una vida-

han sido insuficientes para reconocer mi origen y no me han facultado para decirte simplemente que, sin pretensiones, aún te quiero.

 

                                                                               Johann R. Bach