19 oct 2013

Me convencí de que tras de mí ya no vendría nadie, ...

HE VUELTO A SOÑAR ESTA NOCHE

 

Me he despertado sudando.

Y es que esta noche he vuelto a soñar con un personaje extraño que al parecer se ha apoderado de mí tranquilidad.

 

En lo alto de la montaña,

era en ese Ecuador maravilloso entre moles de piedra que juntas parecían personajes encantados y un pequeño caño del que manaba una helada agua, me he encontrado con un posible ermitaño con su sombrero de paja toquilla.

 

Me ha dicho

–alegremente, pero de modo que no se enterara su soledad-:

 

"Eres la única que me ha encontrado;

seguro que debiste morir hace muchos años".

 

Ante mi mirada interrogativa

continuó diciendo:

 

"Desde siempre dejaba tras de mí,

aunque fueran escondidos entre el ramaje, restos de haber hecho fuego, rompía ramas por donde pasaba, depositaba las colillas de los cigarrillos en medio de los caminos, a la vista, comida y otras señales".

 

"Pero cuando subí más arriba

–decía prosiguiendo su discurso-

 

me convencí

de que tras de mí ya no vendría nadie, y lo dejé estar… ¿en qué año te enterraron?".

 

Apenas lo recuerdo,

contesté hundida y avergonzada.

 

Y él afirmó con la cabeza:

"¡Vaya, cómo es eso posible!... ¡Ah! ya veo, llevas en ti todavía un poco de sol del dios Inti…

 

¡Apágalo,

para ver todo lo que ilumina la luna!".

                                                                        Johann R. Bach

 

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