DESPUÉS DE UNA OPERACIÓN
• Estreñimiento.
• Varices esofágicas
OPIUM C15
El padre de Oliver, Herr Sachs,
se ha instalado en el número 1 de la Puderstrasse, frente al parque. Apenas sale a la calle y me he enterado por los comentarios que estaban haciendo, en la peluquería del número 2 de la misma calle, la mujer de Oliver y la peluquera.
Herr Sachs, por lo que he oído,
es un señor autoritario que toda su vida ha dado órdenes a todos los que le han rodeado.
Era maestro de obras y trataba a su familia como si fuera una brigada de trabajadores: repasaba a diario qué era lo que había hecho cada uno y qué debía hacer al día siguiente.
Durante toda su vida
fue malhumorado por las mañanas y padeció continuamente de hemorroides. Ahora está postrado la mayor parte del día en una silla de ruedas, por lo que cuenta la mujer de Oliver, lo que se debe a una operación de varices esofágicas.
Después de esa operación
y al objeto de evitar el cierre del esófago por espasmo, se le ha introducido una prótesis metálica que le permite el paso de los alimentos sin dificultad alguna.
Uno de los inconvenientes
de dicho artilugio es que el intestino se le paraliza y la persona no puede defecar sin la ayuda de una lavativa.
Los alimentos en el intestino
producen mediante putrefacción toxinas que hay que eliminar; de otro modo esas toxinas van al cerebro y pueden llegar a producir un coma,
Pero si se le vacía el recto
mediante lavativas de cánula larga con demasiada frecuencia los nutrientes no están suficiente tiempo en el intestino para ser absorbidos y se origina una anemia.
Herr Sachs sabe
lo que es el estreñimiento crónico y sus consecuentes hemorroides.
Todo ello lo sufren las personas
con exceso de responsabilidades, pero en este caso el estreñimiento parece que se ha producido por parálisis del intestino.
Lo que no se explican los médicos
que lo atienden es el miedo atroz que sufre Herr Sachs sin ningún motivo. Es un miedo paralizante que se refleja en su rostro abotagado y en las dilatadas pupilas.
Oliver es el Hausmeister
de varios inmuebles, entre los que se encuentra el mío de la Elsenstrasse, y a pesar de que es bastante parlanchín, no suelta una sola palabra sobre el tema. ¿Será que se ha contagiado del pánico de su padre?...
Johann R. Bach
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