EL AUTÉNTICO TEOREMA DE TALES
Yo, Tales de Mileto,
hijo de Euxamias (o Examio) y de Cleobulinas (o Cleóbula), de ascendencia fenicia tuve el acierto de observar las sombras y su movimiento durante el día.
Un rico comerciante jonio
me llevó en uno de sus viajes a Egipto y allí ante un grupo de sacerdotes presumió de llevar con él al mejor grumete del mundo.
Como prueba de ello les contó
que yo leía las sombras. Observando la que teníamos a nuestros pies calculé la altura de la pirámide.
Asombrados, me abrieron las puertas de sus escuelas,
aprendí a escudriñar y resolver muchos de los enigmas de la naturaleza.
Destaqué en el estudio del agua:
logré convencer a mis maestros de que la tierra era como un plato seco un flotando en el mar;
y, que de los registros de los eventos
astronómicos y meteorológicos excepcionales se podrían hacer predicciones de utilidad no sólo religiosa.
No inventé ni planté los olivos
en las costas del mar, sin embargo obtuve mi rama llena de aceitunas verdes al predecir la Gran Cosecha de Aceite:
Observando las aceitunas
de las costas occidentales les dije a los sacerdotes que compraran todas las prensas que pudieran de Mileto y Quíos para alquilarlas al año siguiente.
No comprendieron
que la humedad sigue una trayectoria contraria a las sombras, pero siguieron mi consejo ganando grandes fortunas:
sabiendo que las aceitunas
en occidente tenían mayor contenido de aceite que las de oriente era lógico que la siguiente Gran Cosecha de Aceite se situara en Mileto.
Conseguí, simplemente, descubrir
"el paso del mito al logos".
A pesar de que insistí a mis alumnos
que estudiaran las relaciones entre lo Húmedo y lo Seco sólo les interesó mi Teoremas Geométricos.
Es una lástima
que hayan pasado dos milenios y medio antes de que las semillas germinaran en Occidente, pero más vale tarde que nunca.
Ahora todas las miradas
se vuelven hacia las aceitunas.
Johann R. Bach
No hay comentarios:
Publicar un comentario