13 jun 2013

Puedo imaginar al cerrar los ojos

    MÚSICA RÍTMICA DE PERCUSIÓN

  • Masturbación con música fuerte

              TARANTULA HISPANA C15

 

Cuando La Bética se convirtió en el centro

de todas las miradas del mundo, la luz brillaba como de costumbre bajo la ductilidad del estaño; el Guadalquivir estaba lleno de comienzos y la esperanza renacía por enésima vez.

 

Geómetras griegos y egipcios acudían

a dar formas lineales a paisajes curvos y los espacios agrestes sufrieron bajo su actividad una transformación profunda y como si se tratara de una inversión en el plano; de redondos meandros surgieron canalizaciones rectas que extendieron la vida por toda La Bética.

 

Los arquitectos egipcios crearon

hermosas fuentes donde beber el oxígeno entrelazado covalentemente con el hidrógeno, al tiempo que se podía besar de nuevo, una y otra vez, el mismo suelo que proporcionaba a los comerciantes "la plata" (estaño) que viajaba secretamente desde Galicia enriqueciéndoles al transportar el preciado metal estratégico por todo el Mundo Antiguo.

 

Puedo imaginar al cerrar los ojos

como bajo el ruido de niños y carruajes, con aroma de pescado frito y vino, el calor de las fraguas se confundía con el sol.

 

De ese concierto polifónico surgieron

sucesivas civilizaciones que se iban solapando, depositando el fruto de los lingotes del preciado metal que asegurando el porvenir, permitía una demografía de millones de criaturas surgidas de una infinitud de besos.

 

Plinio el Viejo cuando llegó

con las primeras incursiones romanas estimó la población de la Bética en unos diez millones de personas.

 

Más tarde, en el Renacimiento,

hacia comienzos del siglo XVI, continuaban llegando nuevos viajeros a la Sevilla cosmopolita, cuna de numerosos artistas, desde Italia, entre ellos Velázquez, de la mano de artesanos atraídos, en esta ocasión, por el oro de las Américas.

 

En esos momentos Hernán Ruiz

realizó la obra más importante, La Giralda e imprimió una personalidad excepcional a sesenta edificios, desde la Catedral al Ayuntamiento pasando por las iglesias de la Anunciación, San Pedro y San Vicente.

 

La delicadeza y refinamiento

de los herederos de esos abrazos culturales atlántico-mediterráneos se pueden extraer, por ejemplo, de los bellos monumentos, de la suavidad del lenguaje de los habitantes de la zona o de

 

la mirada del concupiscente hijo de El Greco

en su RETRATO DE JORGE MANUEL TEOTOCÓPULOS. Alemania también se benefició de todas las materias primas que se traían desde "Las Indias" desarrollando la industria química más potente de Europa.

 

Aún hoy la vida florece,

para deleite de turistas, en las estrechas calles entre Triana y La Giralda donde la luz del sol entra a raudales compitiendo con la blancura de los muros y con las flores de jazmín y azahar.

 

Algún día caminaré yo también

peregrinando por la Macarena, Santa Cruz o el Parque de María Luisa, con la impresión de haber estado antes en esos rincones.

 

Vuelvo a mirar el cuadro del hijo de El Greco.

 

Su mirada me recuerda a la de Niko

que mientras me enseñaba a encuadernar libros solía volcar su calor sobre mi espalda hasta sonrojarme y susurrándome al oído como una brisa, sentía como se separaba una rodilla de la otra, ligeramente… y, a diferencia de los hombres ¡dedos a la obra!. Me vuelvo a encender con sólo pensar en ello.

 

Niko duerme. Yo escribo.

Pensando en ese idílico lugar de la Bética me estoy  emborrachando de un fuerte sentimiento estético al pensar en la escultura, en la música, en la pintura… ¡tan sólo a tres metros escasos de su maduro aunque hermoso y aún muy erótico cuerpo!

 

El ardiente deseo sigue quemando

en mi entraña. Nos hemos amado durante toda la tarde después de haber visitado a Antonia. He tenido múltiples éxtasis y después de cada uno de ellos mi ardor no se ha apaciguado, al contrario, ha ido en aumento. Esa sensación no la había vuelto a sentir desde hacía mucho tiempo.

 

Ahora mismo, mientras escribo,

vuelvo a sentir una fuerte titilación; tengo puestos los auriculares para no despertar a mi amor. Estoy escuchando música rítmica caribeña, con fuerte percusión y al apretar mis muslos vuelvo a sentir las agradables punzadas en mi bajo vientre a cada golpe de notas y las deseadas oleadas de placer me suben,

 

escalando por los arpegios,

hasta los pezones como cuando Niko enreda sus dedos en mi pubis. El placer es largo, intenso y relajante. Sólo así puedo volver junto a mi amado, abrazarme a su pecho y dormirme como la primera vez que hicimos el amor.

                                                                                         Elisa R. Bach

 

"Freud trató de demostrarle al yo que ni siquiera es dueño de su propia casa"

                                                                                                                             Roger Trigg

 

Freud mantiene que el inconsciente es mucho más extenso e importante que el consciente, que sólo despunta como la superficie de un iceberg.

 

Según "la primera endoscopia psicológica del ser humano" realizada por Freud existen dos grandes fuentes de energía:

 

LA LIBIDO, instinto de la sexualidad o Eros, y

THANATOS, instinto destructivo, incorporado posteriormente por influencia de Jung.

 

La líbido está motivada por el "principio del placer", que consiste en la búsqueda instintiva del placer sexual. Toda actividad psíquica tiene como objeto procurar el placer y evitar el dolor. Lo que se busca es que las necesidades instintivas sean inmediatamente satisfechas.                                                                                         

                                                                                                                       Leo P. Hermes

 

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