21. LOS HOMBRES DE MI VIDA (Kunkel)
- Anestesia pre/post operatòria
OPIUM C15
- Mesenteritis
BARYTA CARBONICA C9
Herr Kunkel vive en un loft espacioso
en la Puschkinallee junto al Elsenbrucke. Lo conocí en el "Tapas 6" en una tarde lluviosa en la que él i yo éramos los únicos que nos habíamos refugiado en el local de Jens. No tuvimos más remedio que intercanviar algunas palabras, que per mi parte no fueron demasiadas.
Él, al contrario, bebía cerveza sin freno
y sus anécdotas parecían crecer en importància a medida que iba consumiendo la reputada cervesa alemana.
Músico de profesión,
debía rayar los sesenta y ocho anys. Tenía una complexión maciza, un rostro inexpresivo, casi sin arrugues i tenía los dientes propios de los berzos.
Su cabeza presentaba una calvície brillante
y peculiar en las sienes y en la coronilla. Els seus ulls desprovistos de viveza no invitaban a la conversación, porque de las coses que explicaba era difícil obtenir algo útil.
Herr Kunkel era
lo que podríamos llamar una persona de éxito en todo aquello que se refiere a su profesión: consiguió hacerse un lugar en el mundo de la música gracias al soporte de una famosa discográfica; ganó dinero en cantidades imposibles de gastar y sus hijos pueden presumir de ser persones importants, aunque solo sea en el Alt Treptow.
En cierta ocasión después de una actuación
en un concierto en París vomitó todo lo que había cenado. No le dio importancia, pero al dia siguiente también vomito lo que había desayunado y al mediodía tampoco pudo probar bocado: vomitaba todo lo que comía.
Se fue directo al hospital.
Allí le diagnosticaron una mesenteritis aguda. Los médicos le aconsejaron una intervención quirúrgica urgente, pero al músic no le hacían gracia las persones extrañas y aún menos si eran médicos. Se empeñó en regresar a Berlín y operarse con médicos "conocidos"de La Charité.
La operación se realizó con éxito
y no presentó dificultad alguna: el ganglio mesentérico, que con su inflamación obstruía el tránsisto del intestino delgado, fue extirpado.
Aun así, herr Kunkel no estaba satisfecho
porque después de la operació no conseguía evacuar, y él lo atribuía al hecho de que alguna cosa no había ido bien en la intervenció quirúrgica.
Tres dias más tarde el artista salía del hospital;
su alta se produjo immediatamente después d'una deposició abundant producida por un fármaco homeopático.
De hecho, el problema del tapón (parálisis)
del intestino no era otra cosa que el efecto postoperatorio de la anestesia, pero Herr Kunkel aún continua desconfiando de l'eficàcia de la Medicina...
Yo, desconfio de la inteligencia de los individuos macizos... que pensen que todos los médicos son iguales y que desconocen que hay muchas teràpies... todas ellas pertenecientes a la Medicina.
Johann R. Bach
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