29 oct 2013

Las sombras...nacieron de un brutal forcejeo de la noche y el día...

      DIAS Y NOCHES DE NUX VOMICA

                                                        Su momento más amargo: el despertar

 

El despertar es su momento más amargo.

La saliva humedece la almohada y el revés de la mano no es suficientemente amplia para secar la mejilla y las comisuras de una mueca fría.

 

Dueña de la Palabra

esa Nuez Vomica no soporta que le hablen y apenas abre los ojos busca algo de qué poder quejarse o con qué culpabilizar a ese insolente que ha dormido bajo su misma sábana.

 

Extraña forma de reivindicar

que no tiene cura y obliga a diluir lentamente sus propios venenos escuchando los programas polémicos de la radio; haciendo, mediante ejercicios de ioga, salutaciones al sol; adoptando posturas como el cisne al doblar la cabeza.

 

Observa las paredes como un recién llegado.

 

Ve cuadros torcidos,

sillas que cojean, cortinas poco abiertas, … oye el polvo como cae sobre los libros inmóviles. Piensa que quizá haya llegado el momento de cambiar de sitio los muebles.

 

 

En la agenda de su cerebro

se acumulan los trabajos a realizar. ¡Son tantos! Piensa que el día que se muera quedarán los platos por fregar, el patio sin barrer y la colada sin terminar.

 

Enciende el primer cigarrillo

del día mientras de forma automática prepara la cafetera, la pone al fuego y dispone una taza de porcelana de Sargadelos con su cucharilla de moca; disponiéndolo todo como un ritual completo, litúrgico.

 

Reflexiona mientras saborea el café

sobre el amor que no es gastado en orgasmo plenamente con mujer si hombre, con hombre si mujer; y, en como eso

 

come la sal de los riñones,

crepita en el pulmón, mata alegrías, molesta a cervicales signo de fracaso y cariño, cambia lo duro en blando y recorre sordo el cuerpo como otra desdicha en este mundo demasiado repleto de traiciones.

 

¡Esto no puede continuar!

Se dirá por enésima vez: "Hoy mismo dejaré de fumar y tomar alcohol; cambiaré mi alimentación, disminuyendo la ingesta de carne, sal y especias; abandonaré el café y me acostaré temprano".

 

Al caer la noche Eros insistirá

sacudiéndole ocultos brillos que están dispuestos a la pena y al goce y como manzanas golpearán su cuerpo acercándolo a la dicha, acostándolo con su corazón encendido.

 

Después fumará otro cigarrillo.

Como Humphrey Bogart -que también fumaba después- comenzará a filosofar con un largo monólogo en el que el sol, la luna, la tierra están en equilibrio,

 

los espacios euclidianos

y las sombras dentro de ellos nacieron de un brutal forcejeo de la noche y el día para, finalmente, llegar a un principio de acuerdo temporal: Solamente durante el breve plazo de diez mil millones de años.

                                                                                    Johann R. Bach

 

1 comentario:

  1. Vive lä vida como desees porque tu esencia quedará palpitante en el aire y en todo lo que te rodea>_<

    ResponderEliminar