28 jun 2013

La tarde remolcaba al sol fuera del puerto

LAS VIÑAS LO HABÍAN VISTO TODO

 

Las viñas, más allá,

lo habían visto todo y ahora están esperando reponerse; los almendros tronchados habían perdido parte de su vitalidad, aunque su optimismo seguía en pie.

 

Las casas y el campanario de la iglesia y más allá

los refugios de piedra lo habían visto todo y ahora están esperando reponerse, y la tramontana que había rasgado rocas y tejados, granados y olivos acordó unirse al mar y a la arena y guardar silencio.

 

A la hora del derrumbamiento del sol

la tarde lo remolcaba fuera del puerto que se encrespaba con palos de veleros anclados: debajo de sus cascos el ballet de reflejos se estiraba y giraba al ritmo de los restos de las olas,

 

los vendimiadores fatigados

y contentos de su labor cantaban alegres al dios Baco en la Taberna del Melitón: ¡Aleluya!¡Esto funciona¡, ¡esto funciona!"; "las uvas son azules como el ojo del mar".

 

La viñas, más allá,

lo habían visto todo

                                                                                         Johann R. Bach

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