12 oct 2013

¡Éramos tan felices los dos solos!...

EL CAFÉ CON LA CHICA DE LA LIMPIEZA

 

Estoy desesperada. ¿Me comprendes Marta?

Si no fuera porque tú y otras vecinas me dais los vidrios para limpiar nos moriríamos de hambre.

 

Yo no nací para sobrevivir

rebuscando entre los contenedores. ¿Me comprendes Marta? Antes de llegar a eso me pegaría un barrigazo. ¿Me comprendes Marta? Sí, sí. Me tiraría desde lo alto de la Sagrada Familia.

 

Las niñas me dan

un montón de dolores de cabeza y me llevan de culo. ¿Me comprendes Marta? Y para más "inri" mi pareja está otra vez sin trabajo. Fuma más que nunca. Y me siento afortunada porque no bebe.

 

La mayor sólo come

gracias a que mira a las golondrinas piar sobre los alambres de tender la ropa. ¿Me comprendes Marta? Se queda con la boca abierta y así consigo meterle alguna cucharada.

 

Mastica un poco, sin ganas,

y da vueltas y vueltas a cada bocado hasta formar una bola, a veces imposible de tragar y la escupe. ¿Me comprendes Marta? Mientras mira el televisor le doy puré y la mitad se le cae en el babero sin despegar los ojos de los dibujos animados.

 

Se alimenta casi únicamente de palitos de sal.

¿Me comprendes Marta? Está tan delgada que podría escurrirse entre los barrotes del balcón. Para evitarlo hemos puesto unas grandes jardineras con cactus.

 

Mi pareja me dice que tiene celos de él.

¿Me comprendes Marta? Y tal vez se esté dejando morir. A mí me parece imposible, pues sólo se llevan once meses y parece que juegan a gusto.

 

Aunque pensándolo bien…

Cuando vamos de paseo, a menudo algún turista me para por la calle. ¿Me comprendes Marta? Me pregunta si puede hacer una foto a las niñas. Yo las coloco a las dos, pero él sólo quiere retratar a la pequeña con su lacito a cuadros en el pelo y su peto azul y sus zapatitos blancos.

 

Nadie quiere fotografiar a una niña de mirada triste.

 

Cuando me enteré de que estaba embarazada

De la mayor quise deshacerme de ella. ¿Me comprendes Marta? Me pasé semanas enteras moviendo sofás y cambiando de sitio una y otra vez los muebles. Hasta soñé caer por las escaleras.

 

¡Erámos tan felices los dos solos!...

Antes de que me abandonara al quedarme embarazada por segunda vez. ¿Me comprendes Marta?

 

A veces me parece que comprenden

todo lo que hablo en voz alta. ¿Me comprendes Marta? Cuando me pasa eso por la cabeza tengo la sensación que los niños oyen hasta lo que una no llega a pronunciar jamás.

 

Y ven lo que nadie percibe.

¿Me comprendes Marta? Sólo que no lo dicen, lo llevan en los ojos.

 

Voy a continuar limpiando los cristales

antes de que me salten las lágrimas. ¿Me comprendes Marta?

 

                                                                       Johann R. Bach

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