13 jul 2013

Todo terminaba como siempre...

  EL DESASOSIEGO DE UN SILBIDO EN LA NOCHE

Pasaban días de sombra.

Lentos trenes hacia la triste existencia del norte de Europa llevaban la fatiga del hastío como alas extendidas sobre las estrechas vías.

 

Al acecho la angustia

con su sangrienta gloria callaba, oprimiendo luctuosa los avarientos ojos y el pecho solitario impedía el sueño. Con los climas fríos crecía la incertidumbre, inútil la esperanza, inútiles las quejas del vencido rebelde, el mal que se encona oscuro en las remotas fibras del humano destino.

 

Todo terminaba como siempre,

como después de una guerra: en la impaciencia, en un bulto que es presa de la fatalidad, canto real que sube al cielo indiferente. Todo terminaba en el desasosiego de un silbido en la noche.
 
                                                                   Johann R. Bach

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