ORACIÓN (Treno en la noche)
¡Oh noche!
"No te ruego que deshagas la oscuridad
de mi corazón ni de mi conciencia sino en la medida en que eso sea justo para que pueda alabarte, y ver en la Negritud la forma de lo que debe ser bendecido y en lo maravilloso de mi propio espíritu que ya tengo el fuego que sólo Tú has de encender".
"No conozco el nombre
o la palabra que exprese mejor el mundo desde el cual a partir de ahora te contemplaré y te adoraré, sumida en la profundidad de un negrísimo mar cuyos abismos son yo misma convertida en mar".
"Durante veinticinco años
viví las noches con la misma naturalidad que un niño cuelga cerezas como guirnaldas en sus orejas; y, no te invoco con palabras de alegría porque no tengo el tesoro del que se extrae esa antorcha; sólo levanto hacia ti mis manos de ceniza prematura y el reflejo que mi opacidad pueda dar de tu oscura luminosidad".
¡Oh noche!
"Para mí, hasta la luz ha sido tiniebla
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