Comentario de una lectora agradecida:
El poema "El diablo entre las lágrimas", desconcertante y muy "gráfico a la vez", me transporta a la frontera entre las creencias, en el siglo XVI, y la enfermedad de la pobre niña ...
El de la serie "Los hombres de mi vida" el número 15 (Leandro), contiene unos versos de una fuerza extraordinaria:
"... Dicen que aman infinitamente y, sin embargo aman infinitamente poco ..." pone el dedo en la llaga, a través del juego de palabras-paradoja-contrasentido, de la sinceridad en el amor ... de la distancia entre "decir" y "hacer" (demostrar).
la "trampa del romanticismo" "... Decir que se siente más de lo que se siente y esforzarse en sentirlo porque se ha dicho" nos muestra, quizá, la voluntad de compromiso como el único ámbito en el que podemos "incidir" ante la volubilidad, la libertad, los sentimientos, que van y vuelven como hacen las golondrinas de Europa en África según la "temperatura" ... y me recuerda la cita que Mercè Rodoreda hacía los clásicos "la verdad nadie la dice y es huidiza "... (cambiante. .. también para bien!)
El callejón sin salida, el clímax del poema, sobre la naturaleza de los sentimientos, llega en la contundencia del verso que sentencia "Dejarse es horrible, no dejarse también" ... En definitiva, interpreto que la humildad es el único refugio que nos queda a los humanos ante la acción devastadora y aleccionadora del tiempo ... La humildad y la sabiduría de este aprendizaje ...
En cambio, "Noches de luna Creciente", de Marta Guillamon, me ha parecido "una pausa" en la lectura, ya que vehicula todos los tópicos románticos ...
El 14 de la serie "Los hombres ..." (Amadeo) pienso que contrapone la cruda realidad de estos tiempos de crisis-quedarse en el paro una semana después de haberse quedado nuestra pareja -con el ámbito inalcanzable para una sociedad cruda y cruel - del amor físico y el sueño como ámbitos de libertad absoluta ...
Cabe decir que intento de "decodificar" algo de los poemas para evitar aquello tan "Twiter" de "me gustan" y suficientemente ... pero lo que nos hace abrir los ojos como platos o nos resuena dentro, o nos corta el aliento es, justamente, como el poeta dice lo que es común a la experiencia humana ... de modo que lo mejor que se puede decir, en realidad es "me gustan" ... y basta.
Adelante y gracias, poeta!
Una lectora agradecida ... (que no querría ser paso pedante ...)
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