UN LUGAR EN EL COSMOS
Sí amigos lectores,
a pesar del mínimo tamaño de este cuerpo de araña lasiodora, reivindico un espacio y un tiempo en este Cosmos cuya mayor virtud es la de acogernos, sin excepción, a todas las criaturas.
Yo también fui joven y osada
como Emilia la escritora pues conocí la vanidad hermosa, sosegada, casi alegre;
me acurruqué en ella
o encima de ella como buena Mygale, como cuando iba de colonias en verano, observando
el cielo nocturno, los bosques,
las montañas azules, oliendo ávidamente el rocío tibio, el tomillo, la paja, el alejado humedal y sus cañaverales,
el aroma de las espigas segadas
–desde luego no con la idea del pan, del agua, de la utilidad- sólo con la idea de una siega general, aliviadora,
mientras de cerro en cerro,
de viña en viña, los perros de los labradores –hoy ya sustituidos por el chirrido de la maquinaria agrícola-
y de los pastores ladraban
a una blanquísima luna llena, Diosa de la Noche con los brazos cruzados y sus sugerentes reflejos plateados.
Embriagada de esa vanidad, casi alegre,
vivía en un tiempo que era un sabor –no sé- a un profundo
azul diluido, un sabor a existencia única, subrayada a veces por el movimiento
de algún gorrión enemigo como en sueños –un silencio bullicioso-
y toda yo era silencio
y era parte del silencio. Mordía una ramita de olivo para no
gritar. Porque lo sentía: mi boca crecía desmesuradamente, para un gran grito,
y mis dientes también se separaban para dejar salir el grito.
Por suerte, gracias a mi disciplina de araña narradora
lo contuve y se disolvió en mí. Eso era el silencio. Y yo
era etérea –podía columpiarme fuertemente asida a mis finos hilos- me movía en
grandes espacios “volando”.
Sí amigos lectores,
a pesar del mínimo tamaño de este cuerpo de araña lasiodora, reivindico un espacio y un tiempo en este Cosmos cuya mayor virtud es la de acogernos, sin excepción, a todas las criaturas.
Johann R. Bach
Comentario de Xana
ResponderEliminarMuy emotivo y sembrado de belleza natural,muy ,muy bello.Es una pena que haya que reivindicar un espacio y un tiempo para las pequeñas criaturas sabiendo que sin ellas se perderían los ecosistemas de las estaciones,la vida
Misteri 777
ResponderEliminarY toda yo era silencio
Y era parte del silencio. Mordía una remita de olivo para no gritar... Esos gritos desgarrantes que llevamos dentro convertidos en silencio...me a gustado amigo, gracias por compartir,... Que pases una linda noche o un feliz día,.. un abrazo
Griselda Corni Fino
ResponderEliminar10:58
Muy bueno . He podido experimentar la misma sensacion que la araña lasiadora porque tengo un lugar en el cosmos , y ella tambien no necesitamos revindicacion alguna ,
COMENTARIO DE PATRICIA
ResponderEliminar¡Simplemente me encanta!
Todo lo visto es precioso y la manera de narrarlo todavía engrandece más ese paisaje... Todos los olores son respirados por mi sistema olfativo.