VIEJO TERMÓMETRO ROTO
No todo en febrero es negativo.
En este mes –en lo que respecta al hemisferio norte que es el que conozco- cuanto más tarde es, menos mercurio hay:
El pescadito frito
tiene menos mercurio y está más rico. Lo mismo le pasa al pulpo a la gallega acompañado de lacón con grelos.
Se mantiene la ecuación
a más tiempo más frío. Con el calor el espacio se expande y el tiempo se agota. Sí sí, no pongáis esa cara: el tiempo es finito como lo es el espacio
Las estrellas
son como un viejo termómetro de mercurio roto: cada centímetro cuadrado de la noche se ilumina como un estallido de diminutas bolitas brillantes.
De día,
cuando el cielo tiene un aspecto calcáreo, ni el mismo Casimir (¿os acordáis de aquel "Je m'apel Casimir resonando en la sabana africana? No discriminaría
el blanco sobre el blanco.
Es por eso que los ángeles son invisibles.
El frío beneficia a sus legiones formadas en innumerables matrices de siete por siete:
Podríamos distinguir a esos seres alados
si miráramos fijamente desde una altura, donde ellos, como por el hielo, fueran arrastrados con trineos
tirados por renos camuflados
bajo trajes y atuendos blancos.
Johann R. Bach
Es bellísima la imagen de las legiones de ángeles guiadas por renos ataviados de blanco. Y bueno, el haberse dispuesto en matrices cuadradas de orden 7, el mágico 7... ¡ es lo máximo!.
ResponderEliminarCiertamente, el frío no es cualquier cosa, veo que produce efectos maravillosos. Comentar también que sí recuerdo al solidario y tierno Casimir. ¡Inolvidable Casimir!
Yo no recuerdo el "viejo casimir", ni siquiera sé qué es... Pero me gusta mucho tu escrito. Especialmente, la legiones de ángeles blancos, que no podemos distinguía, pero sí sentir.
ResponderEliminarYo no recuerdo el "viejo casimir", ni siquiera sé qué es... Pero me gusta mucho tu escrito. Especialmente, la legiones de ángeles blancos, que no podemos distinguía, pero sí sentir.
ResponderEliminarCasimir era el nombre de aquel personaje de la novela YO, MARTA GUILLAMON Y LOS HOMBRES DE MI VIDA que militaba en una ONG en África y distraía con su teatro de Guiñol a los niños y comenzaba su sesión con la frase "je m'apel Casimir"
ResponderEliminarCasimir era el nombre de aquel personaje de la novela YO, MARTA GUILLAMON Y LOS HOMBRES DE MI VIDA que militaba en una ONG en África y distraía con su teatro de Guiñol a los niños y comenzaba su sesión con la frase "je m'apel Casimir"
ResponderEliminar