NACER EN FEBRERO
En febrero suceden algunas cosas
que por costumbre obviamos:
En este mes frío del hemisferio norte
las ramas del sauce se vuelven lilas. La imprescindible zanahoria del perfil del monigote de nieve se encarece.
Enmarcada por la poblada ceja,
la mirada sobre el objeto frío, sobre un trozo de metal, es más cruel que el mismo metal.
Pero para apartarla del objeto
no hace falta derramar sangre. ¿No es cierto que así era como Dios contemplaba
la tarea hecha el octavo día
y los que le siguieron?
En febrero, en vez de coger moras,
se tapan las grietas con astillas de madera, se valora mucho más el bien común y
las cosas –como tu y yo-
se vuelven un año más viejas.
Johann R. Bach
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