25 jul 2013

Somos fragmentos de estrellas

         Elisa cumple 100 años.

Recomienda conocerse a sí mismo

     

·         Sudor frío con necesidad de abanicarse

·         Necesidad de aire libre a pesar de la frilosidad

·         Último remedio antes del colapso.

                  CARBO VEGETABILIS 15 CH (200 CH)

 

En la caliente noche

el mar es una presencia silenciosa y negra.

 

Los perfumes de los jardines

de esta ladera de la Costa de A Morte llegan hasta unos jóvenes peregrinos cuyas modernas indumentarias, de teflón indestructible son visibles desde lejos, en la oscuridad, al débil resplandor de las estrellas.

 

En el centro del grupo

destaca Manuel por su chaleco rojo, probablemente lleva en la mano un libro de poemas, un simple racimo de versos que le escribía entre beso y beso.

 

"Ya soy vieja

y tengo que ver los astros con los ojos de la mente y no con los del cuerpo, pero vosotros Carmiña y Leonardo, que ya habéis escuchado las respuestas y que tenéis al dios de Delfos caminando a vuestro lado, llenad vuestra alma de las bellezas del cielo, y descubriréis que entre las estrellas está el mejor Camino para seguir el incitante consejo del oráculo y, conociéndolo todo,

 

"conoceos a vosotros mismos"

 

"Con fascinación nos atraen las estrellas

porque los cuatro elementos de la vida, ya apuntados hace tiempo por Oró1 que, en proporciones variables, constituyen todo cuanto existe; fueron engendrados en el centro vivo de lo engendrado que, incapaz de contenerlos, explotó después

esparciendo sus vísceras interiores en el silencio negro".

 

De estas estrellas divinas proviene todo

y de ellas procedemos pues de la evolución producida por las combinaciones cada vez más complejas del carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno surgieron los glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos y los primeros seres capaces

de reproducirse por el sexo y, desde entonces, la vida viajó en la cola de los cometas a caballo de hematitas y adularias, y así llegó hasta la tierra".

 

"En el origen mismo del Universo

se inició, pues, nuestra increíble existencia.

Y, sin embargo, si comprendiéramos a ese

Alguien Incomprensible más grande que todo

moriríamos en el acto.

 

Carmiña, Leonardo, jóvenes pupilos:

somos fragmentos de estrellas, estamos compuestos por los mismos cuatro elementos que, en diferentes proporciones de alumino-silicatos férricos constituyen sus núcleos".

 

En las estrechas calles de Delfos

discutían y regateaban gentes que sólo querían oír al oráculo para saber de codiciosas ganancias o de indeseables pérdidas.

 

Eran gentes corrompidas

que no tenían hambre de cosas bellas, ni deseos de dedicarse a la apasionante observación de astros y estrellas para conocer algo de lo mucho que del mundo

y de sí mismos ignoraban.

 

Lejos en el tiempo de aquel bullicio, hoy,

en esta playa solitaria de Corcubión, mientras Eolo sopla sobre mi cuerpo con la complicidad de las finas gotitas de lluvia enviadas por Zeus, agradezco unos que unos pocos peregrinos tengáis la amabilidad de escuchar mis humildes opiniones.

 

                                                                          Del Testamento de Elisa R. Bach

                                                                                             Johann R. Bach

 

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