RETALES DE ALGODÓN
Siendo ya más madura
–continuó Ermessenda después de un pequeño sorbo de café- comenzaron a salir voces que pretendían decirme cómo y qué tenía que escribir. Por toda respuesta di mi palabra gratuitamente,
dejé que los críticos dijeran cuanto han dicho; me ofrecieron a cambio pan y aceite, cobre y cobalto además de un código cosido con silencio en sus jardines: pasteles de neón, nada.
J. R. Bach
Tu poesía nos despierta con todo el cromatismo que ilumina los sentidos y el pensamiento.¿Se puede pedir más?Creo que hay demasiados gestos de humildad en estas palabras,Joan.
ResponderEliminar******-----------------------Cuando esté lista la trilogía me avisas...Bella noche,poeta