EROS
Todo sucede
como si descendiera del brazo de los pulpos el armazón, la carne y las costillas del navío que vuela sobre las volutas de la tormenta:
es la permanencia del deseo;
el deseo, mano de hierro, que mantiene el timón, ferozmente lanzado hacia las playas de las ligeras lanas de tu vestido.
Arrodillado
-con música de jazz en mis oídos- entre tus piernas como el centauro Quirón
mis ojos de té –entornados-
descendían como un imán al centro más ardiente de tu cuerpo.
Johann R. Bach
Guauuu,arrebatador eros!!!No sé como no lo había leído antes,es elixir de la vida
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