20 dic 2014

el momento en que podrán preguntarse en un referéndum –hoy por hoy, prohibido- si lo que ondea en la vastedad de las aguas –hasta ahora limpias- es una manada de ballenas


¿Petróleo? ¿Gas esquisto?
Nos van a echar de Las Islas

Puesto que han descubierto
una renovada esperanza de explosión, la alegría del nuevo rey, la felicidad metálica del duraluminio y

el consuelo
de las extensos bosques de tetraedros de widia camuflados con árboles de plástico, que utilicen sus descubrimientos.

¡Ése será un gran momento!

Ése será el gran momento o nunca,
el momento en que podrán preguntarse en un referéndum –hoy por hoy, prohibido-

si lo que ondea
en la vastedad de las aguas –hasta ahora limpias- es una manada de ballenas o sólo la imagen del Teide reflejada en una superficie de mercurio.

No es imposible
que llegue el momento de pedir socorro al mismísimo Leviatán de los mares occidentales,

momento
en que habrá que hacer un esfuerzo por mantener la fe en la esencia del petróleo blanco.

Sí sí el petróleo blanco existe.
Sus parafinas se usan desde tiempos inmemoriables en innumerables medicamentos contra el mareo y el mal olor corporal por efecto de la fermentación de los azúcares bajo la piel humana.

No es imposible que volvamos el corazón
no ya al perfume de los membrillos, sino al de turbinas, dinamos y otros aceleradores de partículas.

Las puertas del final
de los corredores marinos –llamados aún estrechos entre las paradisíacas Islas- no se abren con

un ojo eléctrónico
vulgarmente conocido por célula fotoeléctrica, sino que somos nosotros los que las manipulamos, arcaicamente, a mano.

Llegarán a rechinar
sobre goznes muy irritantes si nadie se ha de cuidar de echar una gota de aceite de siempre –mineral- con la punta de los dedos.

Será realmente el momento
de ver si podemos conseguirlo con un aceite sintético; si nuestros ingenieros y físicos realmente han inventado

una máquina que sostenga
automáticamente las frágiles rodillas sobre el gran umbral; si los laboratorios han producido

una esperanza de sustitución.

Realmente tendré curiosidad
por ver qué esperanza realizarán con unos trozos de nylón y de desintegración atómica.

¡La esperanza no es difícil de sembrar!

Es incluso la cosa más fácil.
Basta con unos cuantos anuncios en la televisión vendiendo las maravillas de la energía termo-nuclear.

Sé bien
que sobre la biosfera hay altibajos; y muchas más vías sobre la piel del mar perdidas desde que los satélites artificiales dominan los mapas de las rutas marítimas oficiales y

ocultan los senderos de los antiguos navegantes
por los que se deslizaban con sus naves practicando el primitivo surf: sólo viento y olas ayudando, simbióticamente, al remo.

Por eso quisiera, humildemente,
contribuir con mis pequeños poemas a que la esperanza –la auténtica- sea fácil de hacer.

No hay necesidad –creo-
de buscar tres pies al gato ni ir con ínfulas de lumbrera –sobre todo si no nos dejan votar en un referéndum.

No fue un pequeño asunto el primer diluvio,
ni lo será tampoco el que se nos viene encima sobre nuestras queridas Islas.

Bebamos vino tinto,
vino de consenso, en estas Navidades, soltemos los nervios y cambiemos las ideas.

                                                           Johann R. Bach

2 comentarios:

  1. Ojala sirviesen los poemas,el vino del consenso ,las salidas con pancartas a la calle,ojalá.Grata es la tierra isleña que no escupe su lava sobre todos los que la maltratan , jamás debería darse ni un ápice a los buitres que nunca se teñirán de negro,grata esta tierra de lava ancestral y azul oceánico poblado de hermosos cetáceos,también con una gran parte de su pueblo sumiso ,creyente de un auge económico para sus ellos o sus hijos,la esperanza de comer" hoy" les ciega mientras escuchan en la tele en un soniquete constante las ventajas y seguridad de Repsol.Y mientras tanto el pedido referéndum se diluye en la mar al grito de "Atis Tirma,como hacían sus pobladores en época de su conquista.
    Excelente escrito Jhoan ,y me marcho diciendo,ojala mientras la ciudad duerme y desde mi balcón observo con rabia más torres iluminadas en la bahía que barcos cargados de futuro renovable

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  2. Estoy de acuerdo con vosotros Xana y Johann....

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