22 jul 2012

ST. PIERRE DE CHARENTON

ESPÍRITU BELLO Y DULCE

 

Poco a poco, de noche a noche

sientes que la piel se suaviza,

se va desprendiendo de las escamas

de esa insaciable manía de pensar en ti,

cómo tu encierras  en tu memoria

 

en frascos diminutos, topacios  casi opacos.

 

No has medido la distancia

entre el Monasterio y tú;

te fuiste lejos en espacio y tiempo

has intentado una nueva vida

calificada por tus "hermanas" de loca

 

y ya ves, poco a poco,

 

se van desgranando los pétalos,

has cambiado tus vetustos zapatos

por sandalias aladas desconociendo

a donde ir, no tener rumbo, ni pecado,

ni manzana a la que echarle la culpa,

 

pero amar aún antes de haber amado

 

es tu vocación, tu don de intensidad

dispara las estrofas apuntando a las sienes

como en una ruleta rusa;

has apostado por ti misma

y tu grito frente al horizonte

 

lamiendo lunas tristes fuera de las iglesias.

 

No te has atado a ninguna distancia

y llevas en tu mochila una lápida cincelada

en las horas más leves

con un epitafio que reza

oraciones apócrifas

 

y tinta encadenada a los nudillos.

 

Escribes sobre las piedras movedizas

como las piedras druidas de Charenton-le-Pont,

que la belleza de una mujer, sólo por lo fugaz,

es valuosa, pero su corazón no se rompe fácilmente

y como tantos poetas en este mundo sabes que

 

el espíritu bello y dulce no puede ser espíritu trágico.

                                                             Elisa R. Bach
                                                   www.homeo-psycho.de

No hay comentarios:

Publicar un comentario