26 sept 2011

Poema estilo Thomas Mann

Mira mi amor: Eso que ves, brillante

como soles amarillos en la ladera

de la montaña es genciana,

y esto de aquí es un tipo de violeta

cuyo color y aroma conozco

muy bien aunque desconozca su nombre.

 

Y aquí tenemos fibonácicos ranúnculos...

con linajes muy parecidos

dentro de la familia de las ranunculáceas,

como en todas las casas pueden ser

Acris (acre), Bulbosus, Ficaria (Celedonia menor),

Flámmula, Glacialis (Carlina),  Repens (Botón de oro),

Sceleratus (Apio cimarrón)

plantas preciosas, hermafroditas, por cierto.

 

Mira, aquí hay un grupo de estambres

danzando con su cabellera al viento

y algunos ovarios resguardados

entre pétalos, un androceo y un gineceo,

según creo recordar...

 

Para darte la bienvenida:

aquileas y campanillas,

ahora son las primeras;

antaño, fueron las últimas de la temporada

las que indicaban el signo, para él,

de que el año cerraba su ciclo.

 

Toda suerte de formas

-estrellas, cálices, campanas...-,

un prodigio de la vida orgánica,

brotan ahora entre la hierba nueva,

de color esmeralda de los prados

y las laderas de las montañas,

llenando el aire soleado de olores y colores:

macizos de glicinias y pensamientos silvestres,

belloritas, margaritas,

prímulas rojas y amarillas...

 

Todas tomadas de la mano

de matemáticos y botánicos en racimo

como los versos de un poema

                                    Elisa R. Bach

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