El verano se despide
Has visto mi amor
cómo se alarga la noche
plagada de amores anónimos,
cómo se disipa la neblina
en esta maravilla de Pirineo;
caen ya los primeros granizos
y se confunden con los colores:
azul cobalto arriba,
amarillo cadmio abajo
precursor de ocres y castaños.
En el profundo lago de mi alma
fondea una escuadra de astros
que se desdibuja contigo
-mi lucero matutino-
para que brilles junto al airecillo
celeste y fresco que te contempla
como un sueño.
Añoramos desde hace ya semanas
la suave música de la lluvia
junto a las hormigas y los lagartos;
el cielo infinito se inflama
y los poros de la tierra se abren,
adelgazando el cuerpo de un largo verano,
lentamente.
Deseamos con fuerza oír
cómo el agua gotea sílaba a sílaba
por mirar directamente al sol
aunque aún podemos consolarnos
yaciendo sobre la hierba
amarilla y boca arriba,
fumando las plateadas hojas del olivo.
Elisa R. Bach
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