26 oct 2011

Elisa envia un poema desde Carballo

Retorno a Carballo

 

A punto de dejar el mundo laboral

paso la mano por los cabellos de la tarde,

frente a la ventana de mi nuevo piso

los ojos se agachan cansados sobre la luna

y tú me abrazas aún más allá del tiempo.

 

Cierro los ojos para sentir

como el aire entra en los pulmones

y como se va secando la tarde

con el viento extrañamente en calma,

y, siento las dunas de la playa de Razo.

 

Miro mis manos

como el reloj más exacto,

vuelvo al esfuerzo y la ansiedad

de caminar una larga hora

a la espera de alcanzar los primeros sueños.

 

En Carballo a resguardo

del viento de la Costa de A Morte

vuelvo a vivir las calles de la infancia

y el camino que conduce

a las dunas donde tantas veces

me bañé en un mar de sueños.

 

El olvido viene, afortunadamente,

 a salvarme de esta soledad tan exigente

embriagada de vida ya pasada,

de recuerdos que me reencuentran

junto a este Atlántico de lluvia y paz.

                                       Elisa R. Bach

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