27 oct 2011

Elisa envia otro poema desde la Costa Gallega

Granito sobre el Puerto de Malpica

 

Sientes desde ese balcón

abierto al puerto de Malpica de Bergantiños

esa mezcla de gusto de la tierra,

de vino turbio y frutos de mar  

mientras llueve la luz

 

reflejándose sobre la piel del agua

 

que resbala perezosamente

sobre el viejo tejido de granito

acariciando una escasa vegetación

que cuelga sobre el muro

de la calle del Porto.

 

Es la imagen que escapa

 

del tiempo donde nada se mueve

sino un silencio azul

roto por el silbar de tus pensamientos

y los trinos de gaviotas

como en una vida incierta, frágil.

 

Llegan los barcos

 

y cansados los caballos al mercado;

del corazón del mar surgen con la pleamar

cargados de pescado fresco y pulpos

que reposarán junto a los carros

repletos de manzanas, puerros y grelos.

 

Un trago de orujo y un café largo

 

reanimará a esas tripulaciones

exhaustas en la tranquilidad

del puerto de Malpica

que da la espalda al enfado del mar

y cada día mira cómo sale el sol.

 

Tú también,

 

desde ese balcón de granito

-incrustado en el puerto de Malpica-

das la espalda a las tormentas

y miras temprano al este

para ver cómo nace la luz.

 

Resiste el granito

 

del puerto de Malpica,

bajo tus pies

como la soledad

que no se rinde a la nostalgia

                                      Elisa R. Bach

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