Antes de una operación quirúrgica
El lunes te operan,
dibujas en el cristal del aire
ecuaciones diofánticas
cuyas soluciones son abiertas
como el final de los sueños.
Imaginas el navegar del viento
rozando la piel del mar,
cómo depende de espirales
caprichosas que presionan
la poca compresibilidad del agua
y crean ligeras oleadas
de espuma suave, amarilla
que a veces estalla en tormenta
de mil relámpagos azules.
Notas el contacto del algodón
como única caricia
que recibes del mundo
aunque las palabras dulces,
como sílabas arrancadas
arrancadas a un piano,
grabadas en tu memoria
también te tranquilizan.
Sientes en tu mano
clavado un almendro
que necesita tu savia
antes de florecer y el sudor
que lentamente besas
te lleva la sal de la vida
a tus labios secos.
Tienes verdaderas dificultades
para hallar las soluciones
de esas ecuaciones misteriosas
que te ocultan datos
y te lo ponen aún más difícil,
pero no te das por vencida;
Como el arquero
que aún le quedan flechas
sigues aspirando
el oxígeno de la mañana.
El lunes todavía no ha llegado.
Elisa R. Bach
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