9 jul 2014

llegaban cada cuatro días cargadas de amor con el mismo color de un agosto que no conociste, con la misma mansedumbre de la belleza enferma y silenciosa

CARTAS DE AMOR

 

Densas

como el Cuerpo de los Números Realeseran las cartas que te escribía

desde Lausanne. Escritas con una caligrafía minúscula yapretada como sus dientes bajo la luna llena,

 

llegaban cada cuatro días

cargadas de amor con el mismo color de un agosto que no conociste, con la misma mansedumbre de la belleza enferma y silenciosa, la misma luz.

 

Tan sólo en su portal

no cambió el número 424; los demás números antiguos de la calle fueron sustituidos por los nuevos.

 

Aún puedes verlos llegar.

Hasta conoces sus sentimientos de recién casados,con palabras hermosastomando posesión de la habitación -donde habías dormido algunos domingos-,

 

los ecos de familia

en los primeros mueblesque tú no pudiste comprar,la voz de los amigos por la casa, excepto la tuya que quedó pegada en las paredesy todo lo que se oculta en una dirección,nueve palabras escritas en un sobre

 

-tres del nombre,

cuatro de la calle, dos entre ciudad y código postal -al sentirse de pronto separados, por más de mil kilómetros y dos fronteras.

 

¿Pero cómo se vive

la humillación al pasar el tiempo? Agosto, tinta gris, del sesenta y ocho:

 

era la fecha de sus primeras cartas.

Paisaje del final de la Primavera de Praga,ausencia y miedo, sueños y un destino imprevisto en Lausanne, palabras de amor mezcladas con la necesidad,

 

deseos y preguntas protegidas

por un sobre de papel celeste con el rótulo "Via aérea" orlado con rombos rojos y azules,obligaciones, cartas de verdadero amor,los sueños que más tarde tú guardabas en el cajón cerrado de tu dormitorio.

 

¿Recuerdas?

Un día te escribió: Me parece que por la cara que ponen mis padres han leído una carta tuya. El número 424 no cambió y las cartas llegaron a su destino.Eran cartas escritas bellamente, con palabras y un corazón no sacado de los libros.


                                                       Johann R. Bach

No hay comentarios:

Publicar un comentario