UNA "RARA AVIS"
Una "rara avis" terrestre
con la justa tripulación
cargada de sueños se eleva,
hasta alcanzar su órbita;
en sus entrañas lleva
una auténtica ciudad llena de luz
como una linterna mágica
que alumbra
la sinfonía del mundo.
Con sus alas de duraluminio
y sus vísceras de titanio y grafeno
alcanza altura con el silbido de su pico de oro;
arranca, de entre los árboles
de los archipiélagos,
un nido de infancia interrogada:
Eso es casi todo.
Quedando dudas por resolver,
espero ansiosamente el anochecer
cuando me doy por vencida.
En la mudez del amor permito
que mi compañero Igor se inmiscuya
en mi propia geografía.
Cuando suene el despertador
volveré a una falsa mañana
sin lluvia, sin nubes, sin viento,
sin árboles desprendiéndose
de sus pesados ropajes. Sin olores,
el sudor del romero sería un lujo.
Hasta los relámpagos azules y
los copos de nieve se han de reconstruir
con los sueños.
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