LA SOLEDAD DE LA ZARINA
Corrían los tiempos en que el ferrocarril
prometía milagros y los astros se conjuraban
contra esa soberbia humana
que no ceja en su empeño:
escalar en el aire para derribar la luna y
bombardear a los humildes con excrementos.
De origen alemán fuiste escogida,
enviada, según un oráculo...
Elisa R. Bach
Nota: Si te interesa el resto del poema
pídelo pinchando en el link de "contacto"
de la web www.homeo-psycho.de
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