27 jul 2011

Elisa cree que el amor más fuerte es el anhelado

El amor anhelado

 

¿A quién explicarle que mis demonios

se conjuran y me obligan a escribir?

 

No podría vivir sin escribir, sin explicar

que a menudo sobre mis oídos

una dulce melodía,

que acompaña siempre a la imagen

de los Coros de los Ángeles,

me impide ver todo aquello

que flota como nubes blancas

delante de mis ojos a excepción

de dos maravillosos puntos magenta.

 

¿Quién me hubiera oído

si yo hubiera gritado en momentos

en que desde el Círculo de los Tronos

ya habías decidido

lanzarme al Inframundo

despojado de mis sandalias aladas?

 

Me lavé los pies

con  mis propias lágrimas

y mis demonios se expandieron

por los espacios interestelares

como una gigante roja

quemando el poco oxígeno

que aún conservaba de tus besos.

 

Como en una alegoría

que no me abandona nunca

los dos rubíes que durante meses

mi lengua limpió de impurezas

como un privilegio, siguen brillando

como púlsares lejanos.

                              

En mitad de la noche,

los demonios de esta noche,

montados sobre el viento

lleno de espacio vacío,

me muerden el rostro

y sólo me consuela saber

que existes mi amor,

aunque sólo sea

como amor anhelado.

                        Elisa R. Bach

No hay comentarios:

Publicar un comentario