1 jul 2011

Después de tomar IGNATIA AMARA

Después de tomar IGNATIA

 

Ahora que solamente he de esperar

la luz de otra tarde de tormenta,

oír cómo vociferan los niños en la playa

y saberte tan lejos de todos nosotros,

 

ahora que invento rutas junto

al cementerio viejo y romántico

rozando la playa de Corcubión,

que te imagino aún en las calles

de Santiago o en el Bar Charra

o estirado en la blanca arena

junto a todos, leyendo,

 

te puedo decir que así te quiero,

en las cosas que piensas y escribes,

en la rosa roja que florece

con el dolor secreto de no ser blanca

o en la suerte de un amor

que ya no está aquí, pero

que vive en el ágora del sueño.

 

Feliz, con los ojos abiertos al mundo,

me muestras radios increíbles ocultas

en la selva de Internet,

la importancia de otras geometrías y

numerosas maravillas de una tercera

o cuarta primavera;

 

El reflejo de sencillos números

derramados como lágrimas

sobre la aventura de la vida

hace que el sol brille e inunde

cada día todas las ventanas.

 

Te sueño ligero como las estrellas,

en tus silencios, rodeado de poemas

en lugar de espinas y en la noche

haces que se toque tu presencia.

                                           Elisa R. Bach

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