10 dic 2016

La obra de Ermessenda es más bien un poema, poema en prosa, un poema moderno en que hay muchas cosas desconcertantes:


ERMESSENDA O
UN LARGO Y RARÍSIMO POEMA EN PROSA

-¡Caramba Biaix! Tú también eres una excelente narradora.

-Gracias Quentin. Creo que no hay para tanto, pero fue Ermessenda la que me enseñó a expresarme a ritmo de vals conviviendo ya con ella en La Escalera de Mármol la más tranquila Casa de Huéspedes.

-Tengo entendido que Ermessenda por aquel entonces ya era una gran escritora. Con tu relato me has despertado una curiosidad que no quisiera marcharme de esta Fiesta de las Mansardas sin haberla mitigado.

¡Ay Quentin!
Lo que yo te puedo decir de Ermessenda no es ni la millonésima parte de lo que su personalidad significó en los ambientes literarios del Planeta Tierra.
Pudo con todos sus críticos que fueron legión: la acusaban de que su literatura no estaba vertebrada. Yo pienso que, tener vértebras es también, así mismo, un deber supremo, sobre todo en La Escalera de Mármol pues el esqueleto humano no es un vulgar saco de nísperos. Por la columna vertebral circula el alma sensitiva.
Uno puede sentirse anonadado por la abundancia de materiales en aparente desorden, extraviado en un estilo prolijo y sinuoso en cuyo ritmo no se descubre al pronto ninguna ley; se siente a la vez atraído por el timbre de una música nueva cuya armonía no puede aún analizarse… De pronto, se tropieza con una frase o una metáfora que emerge del conjunto y parece contener algo extraordinario; una frase como translúcida, que permite deslumbrar, aunque todavía confusamente, el genio de Ermessenda.

El mismísimo Eugenio d'Ors el autor de El Valle de Josafat, donde se juzga a tanta gente ilustre, de manera poco expedita, pero siempre brillante y muchas veces admirable, no se atrevería a pronunciarse sobre la obra de Ermessenda. Ni siquiera él podría sospechar que tras el aparente desorden de los escritos de Ermessenda se halla escondido un orden mágico columna vertebral "quasi" celestial.

En alguno de sus escritos, Ermessenda llamaba la atención sobre los espacios métricos de Minkowski como forma distinta de concebir las distancias, el tiempo… con lo que demostraba que las matemáticas también formaban parte de su acerbo poético: era habitual en ella presentar unos personajes que carecen de silueta euclidiana, pues son más bien mudables concreciones atmosféricas, nubes de espíritu que vientos y luces a toda hora transforman.

-¡Bárbaro Biaix!
Continua tu discurso pues me haces sentir un hormigueo por todo el cuerpo que me pone la piel de gallina.

-Los escritos de Ermessenda no son una simple novela, son una larga teoría de novelas, de proporciones, asuntos, ambientes y personajes diversos, algunos de los cuales se interpretan mutuamente y cuyo conjunto está fuertemente trabado con el misterioso hilo de platino de una casi autobiografía.

Sus escritos no son poemas o relatos cortos, a la manera de los buenos relatos. Por eso su estructura no ha de medirse por la de aquellos. La obra de Ermessenda es más bien un poema, un largo y rarísimo poema en prosa, un poema moderno en que hay muchas cosas desconcertantes: sociología, patología, astronomía, fisiología, psicología, moral, metafísica, simbolismo, geometría, termodinámica, crítica literaria, crítica musical, Dios sabe cuántas cosas más, y sobre todo un análisis psicológico de un vigor, de una lucidez, una resistencia y una capacidad de perforación casi inhumanos por lo sobrehumano.

Es mucho más que una novela, es una fantasmagórica weltanschauung (cosmogonía), de nuestro mundo interior y de sus subterráneos. Claro que muchos escritores críticos sobre todo catalanes decían de ella que sus obras estaban rellenas de elementos sobrantes, excrecencias gratuitas, desabrochamientos familiares, excesos íntimos, tumefacciones innece-sarias y virutas inútiles de un estilo esencialmente externo y verbal, que a poco de penetrar en sus páginas has de volver a salir y dejarlas, como el explorador inepto en medio de una maleza cuyos pinchos y marañas se le hacen insoportables.

Lo maravilloso, lo único, tal vez lo inimitable del arte de Ermessenda es la densidad espiritual de la atmósfera que lo envuelve… Hay en ella, esa rara escritora, una metafísica trascendental que esteriliza y traspone a un plano mágico, de ensueño simbólico, todas las aberraciones de la física humana, incluso las más torpes y repugnantes.  Aunque a primera vista no se vea, Ermessenda es una escritora platónica, incluso neoplatónica, más nutrida en ideas y hasta de logos místicos que de bajas realidades. Así, esa maga de origen empurdanés puede casi afirmar que el secreto del acercamiento inmaculado de los sentimientos humanos, incluso los más impuros, se halla en las úlceras del alma humana, y lo único que le interesa hasta obsesionarle es penetrar en el fondo de la cámara oscura y secreta donde surgen los miasmas espirituales y contemplar el espectáculo fantástico de sus combinaciones etéreas y sulfurosas.

-No tengo un minuto que perder. Voy a leer todo lo que halle en la biblioteca de la Escalera de Mármol sobre los escritos de Ermessenda.

Sí Quentín, pero eso lo harás otro día. Ven, vamos a bailar y dejar que nuestras almas embriagadas de burbujas y felicidad nos lleven hacia el Mundo del Ápex.

2 comentarios:

  1. ," y lo único que le interesa hasta obsesionarle es penetrar en el fondo de la cámara oscura y secreta donde surgen los miasmas espirituales y contemplar el espectáculo fantástico de sus combinaciones etéreas y sulfurosas."Por esto y mucho más ,siempre me envolveré en su atmósfera de letras únicas******Buen fin de, poeta!!

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  2. Sí, la obra de Ermessenda es fantástica. De su excelente narración me encanta, entre otros muchos aspectos, su complicidad con los espacios de Minkowski y con las matemáticas en general. ¡Muy bien Erme!. También me apunto a la biblioteca de la Escalera de Mármol.

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