1 dic 2016

la angustia es esqueleto y corazón, ciudad y bosque, basura y magia, íntegro desierto,


LA ANGUSTIA DE QUENTIN

En el cielo de la madrugada del Boulevard Raspail
la música del Saint Germain Quartet continuaba animando la Fiesta.

Veo Rosa –decía Quentin entusiasmado-
que te has convertido en la auténtica Guardiana de las Mansardas; ya todos reconocen que eres un alma de costados profundos, de habitaciones calladas detrás de tus labios de arcilla.

Es casi una obviedad decir que Allí Abajo
la vida no puede ni quiere arriar velas,

vida, sí, a la que los vientos devuelven fatigada,
con la médula hecha fosfatina, al corsé de la orilla de unos mares cada vez más salados, no obstante siempre dispuesta a saltar por encima del entorpecimiento, vida, sí, cada vez más guarnecida, cada vez menos paciente, con el mal, por todas partes, entablando batalla contra su remedio.

Los fantasmas de todo pelaje
multiplican los consejos, las visitas como vulgares inspectores de hacienda, fantasmas cuya alma empírica sólo es un montón de secreciones y neurosis metidas en un zurrón que tiene más huesos que un saco de nísperos.

Sí, sí Rosa, no pongas esa cara:
en el Planeta Tierra se da por supuesto que los muertos inhumados llevan nueces en los bolsillos y que el nogal acabará surgiendo algún día de forma fortuita.

Y es que no hay remedio:
la cabeza del ser humano surca la galaxia de lo absurdo e insiste tozudamente en hacer lo que es incapaz de imaginar.
-¿Y en qué lugar colocas amigo Quentin
la angustia de tantos seres que sufren sin saber bien por qué?

-Creo Rosa que tienes razón
al decir que no saben muy bien el porqué de su angustia, aunque no estoy seguro de que tengan algún interés por saberlo.

Viendo la alegría, en parte contenida,
en esta Fiesta de las Mansardas parece que la angustia es algo a extinguir cuando a adormecer en esos mundos aprisionados en la burbuja del dios Kronos y, parafraseando a Ermessenda, diría, yuxtapuestamente, que

la angustia es esqueleto y corazón,
ciudad y bosque, basura y magia, íntegro desierto, ilusoriamente vencida por los analgésicos, victoriosa, muda, señora de la palabra…, mujer de todo hombre.

Miro, escucho y admiro a esos músicos
cómo sonríen mientras le meten ímpetu a los instrumentos para dejar a un lado los residuos de la contumaz angustia. Comprendo mejor al verlos en su entusiasmo que en la Escalera de Mármol no hay sitio para la Belleza alegre. Todos los escalones son para la Belleza donde la angustia es ya olvido.

                                                                                          Johann R. Bach

2 comentarios:

  1. Griselda Corni Fino
    9:55 (fa 1 hora)

    Es excelente la exposición que haces de la angustia que acompaña a todo hombre a lo largo de su existencia con tan solo pequeños suspiros de vino y rosas, Es culpa de nuestra pobre inteligencia, que es suficiente para entender pero muy corta para comprender

    ResponderEliminar
  2. "la angustia es esqueleto y corazón,
    ciudad y bosque, basura y magia, íntegro desierto, ilusoriamente vencida por los analgésicos, victoriosa, muda, señora de la palabra…, mujer de todo hombre."Angosto y penoso camino el de la angustia humana,algo muy universal sentido alguna vez por el ser humano.Que no nos paralice jamás hasta la neurosis,hay que arriar las velas de la vida con agallas sabiendo lo que queremos ,lo que nos hace felices a nosotros mismos sin tener en cuenta opiniones ajenas.Un gran tratado de sicología,con excelentes metáforas

    ResponderEliminar