CAMISAS EMPAPADAS DE SUDOR
El sol había ocultado su alegría,
a pesar de que el día había transcurrido envuelto en una cruel niebla y la sangre buscaba el rubor de la aurora.
La noche de final del verano
comenzaba a alargar sus sombras.
Y aunque el calor había callado,
aquello que no podía oponerse a la vida crecía entre la zarzamora sin importarle los rasguños ni en codos ni rodillas.
Después de que nuestros huesos
hubieron tocado tierra, a través de nuestros rostros derrumbándose, no acabó nada amor mío.
Lo que nosotros flotar vimos,
con un placer que rozaba el dolor estaba como en un nido y nos unían sus ojos en complicidad naciente.
El romero estaba pisoteado y desnudo,
y acrecentaba con su aroma la ansiedad de volver a echar los dados antes de que la aurora con sus blanquecinos hilillos de luz
descubriera nuestras camisas
empapadas de sudor y gozo.
Johann R. Bach
ResponderEliminarEl romero estaba pisoteado y desnudo,
y acrecentaba con su aroma la ansiedad de volver a echar los dados antes de que la aurora con sus blanquecinos hilillos de luz
descubriera nuestras camisas
empapadas de sudor y gozo."---El sol habrá ocultado su alegría, pero la zarzamora "no llora por los rincones" no le importan sus rasguños ,nada se pudo oponer a la vida ,al placer casi doloroso de la complicidad naciente de los ojos que se miran,entre el aroma del romero la ansiedad abraza y dos cuerpos se aman con pasión y alegría,antes del alba .Este es el sudor recíproco de las camisas de los amantes que no hace falta que lave el agua de lluvia ni seque el sol. Un deleite para los sentidos ,tu escrito,poeta
Me encanta!!!! Preciosa locura!!! >_<
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