SIGAMOS MIRANDO LOS CIELOS
Mira a esa amazona de ojos brillantes.
Parece que juega con sus propios huesos como niñas haciendo ejercicios en la barra fija.
Me pregunto qué pensará,
cómo es la proyección de su sombra sobre el futuro. Quizá crea que sus elásticos huesos son astros que han caído, recientemente, hace tan sólo unos miles de noches,
que quizá cayeron de tanto girar
y provocar mareas en todos los mares.
Entretanto la miramos
desde varios ángulos e inventamos el caos. Enloquecidos ante su piel platinada comienzo a nombrar las cosas,
intento poner orden
en un sistema de por sí desordenado a pesar de que sé que me lo prohíbe la Segunda Ley de la Termodinámica.
Una simple mariposa
con alas tan finas como si fueran de celofán se posa sobre su hombro y con su leve aleteo mueve el universo,
las nubes sobre nuestras cabezas
buscando hacerse entender con el viejo lenguaje de la lluvia, pero esta vez, en otro espacio
un mundo especialmente hecho para ti;
y, esta vez no dejes de abrazarme durante la noche.
Ven mi amor,
sigamos mirando los cielos.
Johann R. Bach
Grata compañía , Platína y tú disfrutando de un mismo cielo y unas mismas estrellas. >_<
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ResponderEliminar!!Qué bien que has roto las prohibiciones para crear este hermoso texto!!!Y buscan entenderse con el viejo lenguaje de la lluvia,ahora en otro espacio, en un mundo creado para ella y seguir mirando al los cielos ...
ResponderEliminarNo se resistirá una simple mariposa con alas de celofán a tu llamada,¿Quién lo haría?
Buenas ,ya casi,madrugadas,poeta