ARENYS DE MAR (I)
Escucha allí donde estés mi amor
el paso de la noche misteriosa de Sinera
Las verdes chumberas,
y sus ojos rojos, colgadas de las rocas duermen ya,
sólo vela mi corazón;
la tarde comienza ya a octubrear en el puerto con su roja vela.
¡Qué atardecer tan soñador!
Ahora la noche cruza despacio la tierra;
la luna, blanco lirio en su mano florece.
Johann R. Bach
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