31 ago 2011

Elisa saluda con este poema a todos los que se esfuerzan por mantener el mejor de los mundos

Construyendo geometrías

 

¿Quién te conoce,

a ti que bajaste el rostro,

desde un alma que crece hacia la madurez,

a quien sólo el veloz pasar de páginas plenas

a veces interrumpe con violencia?

 

Ni siquiera tu madre estaría segura

de si tú eras la que allí leía algo, empapada

de tu sombra, de una auténtica sopa de letras,

números, incógnitas, lemas y teoremas.

 

Y nosotros, que teníamos horas,

¿qué sabemos de cuánto se te desvaneció

y qué tipo de geometrías construías

hasta que, con esfuerzo, alzaste la vista?

cargando sobre ti, lo que, abajo, en el libro,

 

sucedía, y con ojos dadivosos,

que en vez de tomar,

se topaban a un mundo pleno y listo:

como niños callados que juegan a solas

y, de pronto, vivencian lo existente;

mas tus rasgos, que estaban ordenados,

quedaron alterados para siempre. 

 

Y nosotros, que teníamos horas,

no dejamos de asombrarnos de tu ciencia;

ignoramos cuánto esfuerzo y amor

acumulados en tu corazón se vuelcan

a borbotones sobre el mejor de los mundos.

                                        Elisa R. Bach

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