27 nov 2018

Llueve y la tarde cae como un párpado…, lentísima.


UNA PÁGINA DE SURREALISMO LIGERO

Oí cómo gritaba el jefe del pelotón:
¡Aquí no se salva ni Dios!
Pero no lograron fusilarlo.
Gila y su dios sobrevivieron.

El Ángel Montserrat le dijo a su chófer:
de buena gana me cambiaría por un ángel de los de antes de la tierra, cuando aún no se pagaban impuestos.

Doctor, vengo a verle porque el dolor
va como Pedro por su casa y por mi cuerpo.

… la noche olía a noche doméstica y humilde,
a noche como Dios manda.

… llegó cansado a su casa el carpintero…
y colgó el vuelo de las alas en la rama.

Saliendo de la iglesia le dije:
Tú tendrás que hacer y yo te estoy entreteniendo… No es preciso que me acompañes, volveré a casa a pie pues tengo ganas de dar un paseo. Hasta la vista Mi Dios o como se dice ahora "See you later My Got".

Le dije a la beata de mi vecina:
Tú que hablas a menudo con Él dile que nos envíe un poco de lluvia… es por la contaminación ¿sabes? Si no tiene inconveniente, claro.

Llovía bastante cuando fue
a colocar un ramo de flores a su querido montoncito de huesos y volvió afligida porque una gotera terca de destrucción caía sobre él.

Llueve. La tarde cae como un párpado…, lentísima.
Me siento como un hatillo de carne junto a la ventana.

Rezando estaba la triviuda
en el cementerio cuando oyó el crujir de un ataúd al cambiarlo de nicho como cama de pobre en medio del espasmo de la cópula…

                                                              Johann R. Bach

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