UN PAISAJE APENAS OLVIDADO
Me arrojé a mi nueva vida como una demente, pero
¡qué sola estaba y qué desafortunada me sentía!
Sin nadie a quien poder ofrecer
el sol del murmullo vesicular,
el bazo limpio de envidias
y la granada boquiabierta.
Johann R. Bach
No hay comentarios:
Publicar un comentario